Eran los vecinos del centro histórico de Ferreries quienes debían decidir si la calle Sant Bartomeu, el Pla de l'Església y la calle Sa Font se convertían en terreno prohibido para los vehículos. Sobre la mesa estaba la propuesta que en su día ya planteó la Agenda Local 21, y los residentes ya han decidido:las cosas van a quedarse como estaban hasta ahora.
El Ayuntamiento realizó primero una consulta casa por casa. Remitió una carta a cada vecino, en la que se planteaban tres opciones. Restringir totalmente el tráfico en la zona excepto a los vecinos, mantener la situación como hasta ahora, o hacer una prueba durante un tiempo limitado y después analizar los resultados. 48 vecinos participaron en esta consulta, y más de la mitad se decantaron por no cambiar el sistema actual.
Concretamente, el 52 por ciento de los vecinos que respondieron a la carta del Ayuntamiento se decantaron por mantener el tráfico de vehículos;el 39 por ciento se mostró a favor de prohibir el tráfico de vehículos, y el 9 por ciento restante optó por hacer una prueba durante un tiempo limitado. Con estos primeros resultados, el Ayuntamiento convocó una reunión abierta a todos los residentes, en el que planteó el resultado de la consulta.
Tras escuchar las opiniones de los vecinos -que llenaron el salón de plenos del Ayuntamiento-, se acordó que no se realizaría ningún cambio en la circulación de vehículos por el núcleo antiguo, respetando la voluntad mayoritaria expresada por los residentes.
No es la primera vez que se plantea una posible restricción del tránsito en esta zona de Ferreries. Ya en los años '90, cuando Biel Martí era alcalde del municipio, se realizó incluso una prueba. Por las tardes, el tránsito se cerraba a la altura de la Plaça Jaume II y no se volvía a permitir la circulación de vehículos hasta la mañana del día siguiente. Se hizo la prueba, pero se descartó mantener esta situación de cierre.