Más de 17 millones de hectáreas marinas, 82 espacios protegidos y casi 200 especies protegidas o reguladas están en peligro por los proyectos sísmicos para buscar petróleo entre Cataluña y Baleares, según el grupo ecologista Oceana, que ha pedido al Gobierno que pare estas prospecciones.
En un comunicado, Oceana ha denunciado que el estruendo de los «airguns» (inyecciones de aire comprimido), con una intensidad 100.000 veces superior al motor de un avión a reacción, se repetirá unas 10.000 veces al día durante 5 meses.
La organización conservacionista ha presentado al Gobierno un informe con estos datos para pedirle que impida los trabajos de búsqueda de petróleo y gas que pretende desarrollar la empresa Spectrum en aguas del Mediterráneo.
«Pedimos al Gobierno que pare esta locura. No sólo es contraria a la ley, sino que afectaría a una extensión enorme y con ecosistemas importantísimos y protegidos. Además, se verán perjudicadas economías que dependen de los recursos que se van a dañar, como la pesca y el turismo, ya que muchas especies resultarán ahuyentadas por el estruendo de los estudios sísmicos», ha declarado Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana en Europa.
Según los ecologistas, mediante el uso de «airguns» o cañones de aire, la empresa Spectrum quiere rastrear 10 millones de hectáreas marinas en fondos de entre 200 y casi 3.000 metros de profundidad, emitiendo sonidos de más de 200 decibelios cada pocos segundos durante 24 horas al día y durante 22 semanas.
Oceana también denuncia que este nuevo proyecto se suma a la amenaza de la petrolera Cairn, que, según los ecologistas, pretende muestrear de igual manera otros 1,3 millones de hectáreas entre las comunidades de Valencia y Balears.