El pasado martes se celebró en Ciutadella y ha quedado visto para sentencia el juicio contra el Banco Popular en la que una pareja de menorquines reclama a la entidad que le elimine la polémica cláusula suelo de su hipoteca.
En el transcurso de la vista oral declararon dos exdirectores de la sucursal de Ferreries que defendieron que los denunciantes sabían a lo que se exponían, algo que rechazan los hipotecados, alegando que el documento de oferta vinculante (donde se expone las condiciones) se les entregó el mismo día que firmaron la hipoteca.
Los afectados denuncian que pagan al banco unos 350 euros de más cada mes, al abonar unos intereses del 4,5 por ciento, cuando creen que deberían pagar un 2 por ciento (el Euribor más el 1,5 por ciento), pero que por culpa de la cláusula suelo los intereses no bajan del 4 por ciento.
La pareja de Ferreries hace cuatro años que batalla para que el banco les anule esta cláusula. Cansados de insistir, decidieron llevar el caso a los tribunales. Reclaman a la entidad financiera que les pague los que le han cobrado de más desde que hicieron la primera petición por escrito (unos 3.000 euros), que se haga cargo de los costes judiciales y que se les anule la cláusula suelo.
En el juicio se personaron como público varios afectados menorquines por la cláusula suelo, que se interesaron por el caso, y depende del resultado de la sentencia ya manifestaron su intención de seguir los pasos de la pareja de Ferreries.