Algo se mueve en Cala Galdana. A falta casi de un mes para la llegada de Semana Santa, en la urbanización se empieza ver el ajetreo típico de un final de abril. Hoteles abiertos, varios restaurantes y cafeterías en marcha, alguna tienda de ropa y cosmética, una oficina de alquiler de coches e incluso la farmacia está abierta. Y lo más importante que, desde el pasado 14 de marzo, cuenta con servicio de transporte público.
El motivo de este movimiento en Cala Galdana no es otro que la apertura de dos hoteles. Primero fue el Cala Galdana, que abrió sus puertas el 12 de marzo para acoger turistas del Imserso, y el sábado se ha sumado el Audax, que cada año abre por estas fechas. Entre los dos, este fin de semana, han acogido a más de 500 turistas, lo que ha dado más vida a la urbanización, pese al mal tiempo. «Se percibe mucho más movimiento que años anteriores y que en otras urbanizaciones», explica José María Moro, director del Cala Galdana. Desde el Audax aseguran que «seguimos abriendo, pese a las dificultades, ya que si uno no tiene abierto es imposible que haya demanda», admite su director Víctor Mayans, que puntualiza que «apostamos por un producto diferente, de salud, senderismo... orientado también al cliente local, aunque también vienen turistas catalanes y mallorquines».
Y ello ha sido aprovechado por empresarios de oferta complementaria, que no han dudado en abrir. Uno de ellos ha sido Sebi Coll del restaurante Alaska, que reconoce que es un esfuerzo abrir por estas fechas, pero que hay que «hacer lo posible para alargar la temporada, ya que el octubre está muerto». Igual opina Juan Bautista, del restaurante Viejo Timón: «Tenemos que espabilarnos y poner de nuestra parte», y que pese a que «no hay mucho trabajo, al abrir aprovechamos para preparar la temporada». Juan Flores del rent a car ACG Menorca, también abre cada año una vez algún establecimiento hotelero está en activo, ya que «es muy triste que abra un hotel y que esté todo cerrado».