Por los ingredientes de que está hecho, el queso siempre es «un producto delicado» en su proceso de elaboración, reconoce Pau Bosch, presidente de FAGME. En la entidad agraria son conscientes de ello, y por ello acostumbran a organizar cursos de «formatjar». Ayer, en el «lloc» de Son Quart, en el término municipal de Ciutadella, se clausuró la tercera edición de este taller, en el que participaron una veintena de personas.
En esta ocasión, las clases estaban orientadas a productores ya iniciados en el proceso de producción de queso de forma artesanal, y de impartirlas se encargó Antonio Carreras, técnico de la Denominación de Origen Mahón-Menorca. Tras varias horas de lecciones teóricas desde el martes, ayer clausuraron las jornadas con las pruebas prácticas.
Explica Bosch que en el caso de estos cursos avanzados, cuentan con la ventaja de que además de aprender cosas nuevas también sirven para plantear esos problemas a los que se enfrentan a diario y tratar de buscar una solución.
Los cursos tendrán continuidad a lo largo de este año, pero ya será después del verano. La intención es que en esa ocasión las clases estén orientadas a principiantes.