La Asociación de Empresas de Transporte de Menorca (ASTRAME) mostró ayer su preocupación por el proceso de gestación del proyecto de la futura estación de autobuses de Ciutadella y manifestó su malestar por la falta de concreción de las distintas opciones provisionales.
«A día de hoy, aún se estén barajando todavía distintas posibilidades de ubicación de las paradas de los servicios de transporte público de viajeros», lamentó el colectivo, que denuncia que muchas de las decisiones que el Ayuntamiento de Ciutadella ha ido adoptando en las últimas semanas las ha conocido a través de los medios de comunicación. «No han tenido en consideración la opinión de los transportistas».
Pese a ello, los transportistas «confiamos en que en la solución final, que la asociación aún desconoce, impere el sentido común y prevalezca sobre cualquier otra cosa el beneficio de los usuarios y la preservación de un servicio de transporte público con unos niveles de calidad que son indispensables para Menorca».
La junta directiva de ASTRAME mantuvo el lunes una reunión con el presidente del Consell, Santiago Tadeo, el conseller de Movilidad, Luis Alejandre, y su director insular Joan Mascaró, ante quienes reivindicó la conveniencia de suprimir el uso del tacógrafo en Menorca y mostró su descontento con las actuaciones de la Dirección General de Transportes del Ministerio de Fomento.
Los transportistas menorquines expusieron E distintos puntos conflictivos de la red viaria insular, como los accesos al faro de Favaritx, al yacimiento de Son Catlar y la playa de La Vall, entre otros puntos de interés turístico.