La Asociación de Empresarios Agrícolas de Menorca (AGRAME) celebró este fin de semana una comida de hermandad para celebrar San Isidro, patrón de los profesionales del campo, en la que su presidente, Guillermo de Olives, realizó un llamamiento al sector agrario menorquín para que tomen conciencia, defiendan y hagan valer la importancia de la actividad agrícola en Menorca.
En ese sentido, De Olives hizo referencia al estudio elaborado por la Conselleria balear de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, en el que se destaca que «en un territorio tan pequeño como Menorca, pastan más de 10.000 vacas lecheras», lo que da una medida de la importancia del sector primario, reivindicada por el presidente de una asociación que destacó el «esfuerzo» de la Conselleria por concienciar de ello a la Unión Europea.
Uno de los caminos a los que desde AGRAME se aludió para resaltar esa importancia del sector primario fue la celebración de «una concentración de caballos y jinetes, lo cual podría reunir a unos 300 equinos», en la línea de algunas iniciativas apuntadas por la primera ley agraria de Balears.
El evento también sirvió para que el presidente repasara brevemente la situación del sector agrícola-ganadero. Después de reconocer «la buena climatología actual, que reportará una buena cantidad de pastos, De Olives destacó el «reto» que representará para el sector la nueva Política Agraria Común (PAC), con importantes cambios en las condiciones de acceso a las ayudas comunitarias.
El acto de hermandad se celebró en el Casino Mahonés, con la presencia de un buen número de asociados, así como del presidente de PIME Menorca, Antoni Juaneda, y la secretaria general de la patronal, Maria Garcia.