La Farmàcia Llabrés ya se encuentra despojada de las vidrieras, el mobiliario y elementos decorativos de estilo modernista. Está a punto para que la Fundación Hesperia pueda acometer la reforma del edificio, una casa antigua en Ses Voltes de Ciutadella. El trabajo de desmontaje ha sido minucioso y se ha prolongado durante abril y mayo. La Fundació de Personas amb Discapacitat, a la que se ha cedido el uso de la farmacia, y la consellera Aurora Herráiz, como responsable de todo el proyecto, avanzan en su desarrollo. Se encargó el trabajo a la Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella y ejecutado por Antoni Camps Extremera, arqueólogo y técnico de Patrimonio, y las restauradoras Sílvia Soler Vila y Carolina Moreno Torres.
Catalogación de piezas
Según explica Antoni Camps, se ha desmontado todo el mobiliario y vidrieras una a una, pieza a pieza, documentando cada elemento para que tras las obras de reforma en el edificio, el equipamiento modernista pueda volver a ser montado en su sitio. Todas las piezas y objetos de valor recogidos en la Farmàcia Llabrés han sido trasladados a una nave municipal, donde quedarán custodiados. «A través del desmontaje hemos podido leer la historia del edificio y ha aportado nueva información sobre cómo evolucionó la farmacia hasta que cerró con el fallecimiento en 1983 de la farmacéutica Catalina Llabrés», explica Antoni Camps.
Los técnicos han contado con la ayuda de Ángel Roca y Fusteria Melis, con la colaboración de la brigada municipal de obras y el apoyo de la Fundació per a Persones amb Discapacitat de Menorca, a través de su gerente, Andreu Hernández Galmes, y de Josep Capella.