El turista de los nuevos tiempos ya no se levanta por la mañana y mira por la ventana para ver qué tal día hace. La jornada anterior entra en la web la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), u otras similares, para ver la previsión del tiempo y en función del parte elegir un plan. Todo el mundo sabía ayer que las probabilidades de lluvia eran altas, por lo que, como suele suceder cada verano, muchos optaron por acercarse a las ciudades.
Un mal día de playa para el turista, un buen día para los comerciantes. Al menos potencialmente, vistas las aglomeraciones de personas que se registraron durante gran parte de la jornada ayer tanto en Maó como Ciutadella. En levante tuvieron que sacar el paraguas, mientras que en poniente todo se quedó en una amenaza de lluvia.
La carretera general notó el aumento de volumen desde primera hora de la mañana, y en los accesos a Maó y Ciutadella se registraron algunas retenciones y tráfico denso. En la segunda de las localidades, a las 13 horas la línea de coches se extendía desde la plaza de Ses Palmeres hasta la rotonda del Caballo.
Aunque es pronto para pasar balance a la temporada, la mayoría de los empresarios consultados ya avanzan que los resultados por el momento son poco esperanzadores. El mal tiempo suele echar un cable, aunque no siempre. Confesaba uno de los artistas que trabaja en la plaza de la Catedral que en su caso le había ido mucho mejor las mañanas soleadas. Por su parte, una comerciante de una calle cercana advertía que «en los días que no luce el sol se nota en el volumen de la caja».
PREVISIÓN
Vistas las previsiones de la Aemet, parece que hoy tampoco será un buen día de playa, con unas probabilidades de lluvia para gran parte de la jornada que rondan el 70 por ciento. Pero que no cunda el pánico, ya que todo apunta a que este fin de semana volverá a lucir el sol, aunque con máximas de 24 grados, una temperatura poco acorde para el mes de julio.