El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, un hombre de interior -nació en Ripoll- no conocía el puerto de Maó, que forma parte de las 46 radas de interés general que gestiona su organismo. Ahora no solo ha visto el puerto, sino que conoce a la alcaldesa de la ciudad, Águeda Reynés. Este es el primer resultado del Foro Menorca Illa del Rei. Quien tiene la responsabilidad de gestionar el puerto, puede hacerlo con otros ojos, los de quien sabe ahora lo que es necesario hacer y para quien se hace. Llorca pudo sentirse incómodo cuando casi todos los dardos de los ponentes y del coloquio se dirigían a su diana. Se mostró firme en su visión positiva de lo que puede mejorarse pero inflexible sobre quién va a dirigir la orquesta. Autoridad Portuaria desde Palma, como siempre.
Sin descentralización
Joaquín Coello presentó en el Foro una de las propuestas más innovadoras: crear una Autoridad Portuaria de Maó, separada de Palma y Eivissa, pero igualmente dependiente del Estado. José Llorca lo descarta completamente, incluso piensa que eso perjudicaría las inversiones. La idea es que los puertos de Baleares generan sus propios recursos y priorizan los proyectos. Maó solo, al ser el hermano pequeño de la familia portuaria, no genera unos ingresos que permitan afrontar el coste de grandes obras. El ejemplo es el dique de Botafoc de Eivissa, donde se han descargado millones de euros al ser una prioridad. Ahora se trata de que el futuro Plan de Usos de Maó sea también la prioridad en Balears. Por suerte, la APB dirigida por Alberto Pons mira de cara y no da la espalda al puerto de Maó. La cuestión es que esta actitud positiva que el presidente Pons transmite al organismo dure el tiempo suficiente para hacer posible el cambio deseado.
Costas y puertos
Siete kilómetros de ribera van desde La Mola hasta el castillo de San Felipe. No todos tienen vocación portuaria. Hay un cambio en ciernes que puede resolver casos lacerantes como la casa Venecia o las viviendas de La Solana, que se caen por el desuso, tras los desahucios por la caducidad de las concesiones. La idea es calificar estos espacios como terreno público dependiente de Costas. Así se aplicaría una norma distinta a la Ley de Puertos.
Todos deciden
Luis Alejandre lo repite donde va. La dependencia de tantas administraciones es un obstáculo para la eficacia de la gestión. Puso un ejemplo: cuatro años esperando los permisos para enterrar un cable hasta la estación de investigación Jaume Ferrer de La Mola. Sin embargo, José Llorca da una visión distinta: una de las virtudes de los puertos del Estado como el de Maó es que todas las administraciones intervienen, participan y muchas de ellas deciden. Todos para uno (el puerto) y uno (Autoridad Portuaria) para todos.
Ciutadella existe
Joaquín Coello, expresidente de Applus+ y del puerto de Barcelona, aplicó a conciencia la idea de que si quieres que algo cambie no repitas lo mismo. Constata que Ciutadella está absorbiendo buena parte del tráfico de pasajeros y de mercancías. Tiene una lógica evidente: la distancia con los puertos de cualquiera de las rutas es mucho menor. Por ese motivo presenta una propuesta que seguramente obtendrá escaso eco: que los barcos de cabotaje abandonen Maó y se concentren en Ciutadella, mientras que la rada mahonesa se centre en los cruceros, el turismo náutico y deportivo. Opina que no tiene sentido programar el futuro del puerto de Maó ignorando la actividad del puerto de Ciutadella. Coello y Llorca discreparon en casi todo en la mesa del Foro. El presidente de Puertos del Estado es partidario de bonificar las tasas al máximo, hasta el 40 por ciento, para los atraques de buques regulares, mercancías y cruceros. En los dos primeros casos para competir con Ciutadella. «Yo creo en la libre competencia», dijo. Con relación a los cruceros, para impulsar una actividad que genera riqueza y que precisa de un muelle adecuado para que puedan amarrar los grandes cruceros, que ahora no caben en uno de los mayores puertos naturales del mundo. José Llorca se comprometió a buscar la forma de que esos cruceros puedan llegar a esta rada.
Pensad en los ricos
¿Interesa a Menorca el turismo de lujo? Para algunos es una pregunta sin interés. Alberto Palatchi lo tiene claro, ve síntomas de mejora de la calidad turística en Menorca porque hay gente de mucho dinero que ha comprado casas en la Isla y ya se celebran dos grandes regatas y hay que conseguir dos más. Su lógica es aplastante: si queremos ese turismo de lujo tiene que haber espacio para el amarre de magayates. Si el objetivo estratégico es conseguir turistas de alto nivel, hay que aplicar estrategias en ese sentido. ¿Por qué no gestionar que les Reyes de España puedan tener una residencia oficial en Menorca?, fue la pregunta que lanzó el presidente de Pronovias.
El Club, protagonista
El presidente y el gerente del Club Marítimo de Mahón, Nemesio Suárez y Nacho Marra, sin duda se fueron satisfechos del Foro. No solo se recordó la fechoría de dejarles sin amarres, sino que se reclamó un papel estelar de este colectivo en la gestión del turismo náutico y deportivo. Palatchi propuso asignarle la gestión desde La Sirenita hasta Cala Figuera.
Proyecto común
El Foro Menorca Illa del Rei ha conseguido reunir a los protagonistas y demostrar la importancia que tiene el puerto de Maó para la economía local e insular. El presidente del Foro, Francisco Tutzó, animó a compartir el proyecto, a implicar a todo el mundo. Isabel Espiau, presidenta de la Fundació de la Isla del Hospital, espera un revulsivo de una sociedad a la que le cuesta ponerse de acuerdo.