Los sondeos sísmicos en busca de hidrocarburos detectados por la Conselleria balear de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio en abril de 2013 no fueron los únicos que afectaron al mar balear el año pasado. Científicos marinos de la asociación Tursiops y la Universidad de St. Andrews (Escocia) registraron cuatro meses después -en julio- y hasta en cinco días distintos el sonido de los 'airguns', los cañones de aire comprimido que se utilizan para localizar la materia prima.
Así lo revela el informe preliminar que ha elaborado este equipo de investigadores, que se encontraban realizando una campaña de seguimiento y análisis de la población de cachalotes en el Mar Balear cuando escucharon unas detonaciones que, según sus cálculos -y sin poder determinar el punto exacto de procedencia- se originaron a 285 kilómetros de las Illes Balears.
Por ese radio de distancia, se desconoce si la autorización parta esas labores de prospección procedía del Gobierno español o bien de algunos de los países de la zona, como Francia, Italia o incluso el norte de África.