La controversia sobre la ampliación de la carretera entre Maó y Alaior, lejos de apaciguarse durante el paréntesis estival, se ha recrudecido y se presenta un inicio de curso político más caliente que el propio asfalto de la Me-1.
El conseller de Movilidad Luis Alejandre, en una carta abierta remitida a esta redacción, ha querido salir al paso de las últimas críticas sobre la reforma de la general, y ha reivindicado la legitimidad del proyecto y del Ejecutivo insular para llevarlo a cabo.
Alejandre cita hasta ocho razones para justificar que la obra resulta «muy beneficiosa» para Menorca. Así, apela al «interés general» que supone la mejora de esta vía central de comunicación, tanto para residentes como para turistas, al tiempo que niega que suponga «ningún quebranto para el territorio» que impida el desarrollo sostenible en la Isla.