Las alrededor de 500 personas que ayer por la tarde se manifestaron en Maó contra la política educativa del Govern demostraron dos cosas. La primera, que el 'movimiento verde' ha perdido, como es lógico, intensidad respecto al curso pasado, cuando algunos de los actos de protestas llegaron a ser bastante más voluminosos. Y la segunda, que el secretario autonómico de Educación, Guillem Estarellas, se equivoca de forma flagrante y ostentosa cuando afirma que quien no hace huelga apoya al Govern.
Ayer apenas hubo docentes en huelga en la Isla, pero la mayoría de las 500 personas que se concentraron frente a la Delegación Territorial de Educación eran precisamente docentes de la Isla. Por tanto, el silogismo de Estarellas no funciona. También se vieron estudiantes y padres con sus hijos. No obstante, el sentimiento predominante entre los manifestantes es que ayer deberían haber sido muchos más, porque en su día lo fueron y sobre todo por la importancia de lo que está en juego en el conflicto educativo que continúa abierto con la Conselleria de Educación.
La alusión a Estarellas abrió la intervención de Maria Camps, en nombre de todos los sindicatos y docentes. Acto seguido pasó a enumerar una larga lista de retrocesos en materia laboral que han tenido que soportar maestros y profesores, pero que, aseguró, no son la razón principal del conflicto educativo, sino otros como la reducción de los recursos que empeora la atención individualizada del alumnado, sobre todo de aquel que requiere algo más, o la implantación de leyes (LOMCE, TIL...) que se aprueban sin dotación, sentido ni planificación alguna, dijo. Acusó Camps al Govern de actuar con «formas antidemocráticas» y advirtió de que «no podemos dejar de revolvernos ante esto». Pidió un aplauso, que se produjo, para el anterior equipo del Centre de Professors y animó a los asistentes a «no callar, unidos, con la voz bien alta».
Cogió el relevo Josep Castells, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Menorca, quien tiró de ironía para informar de que «el Govern está haciendo cosas bien, como fomentar la idea de turismo en alumnos de Primaria con concursos de dibujo y redacción». De los dirigentes educativos de las Islas destacó su poca capacidad, «lo hacen fatal», y realizó una nueva lista de malas decisiones, ante las cuales «tenemos un curso para que esta gente deje de gobernar el sistema educativo».
Para acabar, Adra Castilla, de la asociación de estudiantes 20 de Juny, reiteró el fracaso del TIL, los recortes, la falta de recursos e introdujo en la manifestación la alusión a los tres directores de Maó expedientados que merecen «una disculpa pública» (aplausos) así como «al extraordinario trabajo realizado por Menorca Edu21» (más aplausos). Con un abucheo a la Conselleria se acabó la protesta, con la convicción de que no será la última.