Hace seis meses que el agricultor Joan Febrer empezó a hacer gestiones para poder abrir una tienda de frutas, verduras y productos menorquines en el Carrer Nou de Maó y todavía no ha podido. Ayer, harto de la espera, decidió encadenarse a la puerta del local y dar a conocer su situación a los muchos ciudadanos que paseaban por la céntrica arteria comercial de la ciudad de Llevant.
Explica las trabas que se ha encontrado desde el principio. Primero le dijeron que existía una anomalía: tenía que reducir la altura del techo de la escalera que da acceso a la tienda. En ese momento empezó los trámites para obtener el permiso de obras: «Incubaron la documentación durante 107 días y luego me dijeron que existía otra anomalía». Fue la dueña del inmueble la que pidió el permiso de obras y el de inicio de actividad. Hace diez día subsanó la situación, pero hasta ayer no había recibido respuesta.