El Govern volvió a recurrir a la figura del decreto-ley -que acorta los plazos parlamentarios y limita el debate- para sacar adelante una serie de medidas que cambian los usos turísticos en algunas zonas, modifican varias leyes y abren la puerta a la regularización definitiva del alquiler de viviendas particulares para uso turístico, después de atender al parecer de los consells.
El decreto ley de medidas urgente destinadas a potenciar la calidad, la competitividad y la desestacionalización turística de les Illes Balears, que ese es el largo título de la norma, halla una vía legal para resolver asuntos que no tiene que ver con el sector turístico: declara de «interés general» el proyecto de Son Espases (una sentencia había anulado el acuerdo del Consell que permitió su construcción), concretamente su parcela y otra vecinas, y blinda la puesta en funcionamiento del centro de tecnificación Rafel Nadal para que ninguna decisión municipal del futuro impida que obtenga una licencia, como ocurrió con el proyecto del casino para Palma. El conseller de Turismo, Jaime Martínez, defendió que todas las actuaciones contenidas en el decreto tenían carácter transversal.
Según dijo Martínez, es preciso «implicar a todas las administraciones» para paliar la estacionalidad. Afirmó que se dan más facilidades, y ventajas, como rebaja de impuestos y tasas, para la apertura de establecimientos (no sólo hoteleros, también oferta complementaria) en temporada baja si permanecen abiertos más de seis meses. También se avanza hacia una solución definitiva del alquiler de viviendas particulares para usos turísticos. Se hará en colaboración con los consells.