Después de meses de trabajo, una de las muestras con más tradición de la Navidad menorquina, la de los dioramas del Grup de Pessebristes de Maó, abrió ayer sus puertas en la sala de exposiciones de La Caixa de Maó. Explica el presidente de las asociación, Francesc Farrés, que resulta difícil calcular el tiempo que han dedicado a dicho trabajo la veintena de personas que han participado este año en el montaje, pero de media estima que cada diorama les has llevado por lo menos 50 horas.
«Cada uno de los pasajes representados lleva un trabajo y un esfuerzo diferente», recuerda Farrés, quien explica que la planificación del montaje que han preparado para esta Navidad ya empezó a fraguarse desde mediados de septiembre, poco después de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia.
Retorno a la idea original
Tras varios años en los que la representación del nacimiento de Jesús se centró en un tema específico, como las diferentes etapas históricas de Menorca en 2013, en esta ocasión se ha optado por retornar al paisaje bíblico tradicional.