Las condiciones no parecían muy favorables a primera hora de la mañana de ayer en Son Bou, pero al final el viento sopló lo suficiente y se pudo celebraron con éxito el Festival de Windsurf Menorca. Se trata de una cita que este año alcanza su segunda edición y que tiene vocación de futuro, tal y como explica uno de sus organizadores, Josep Pons, un profesor menorquín de esta disciplina que reside desde hace años en Gran Canaria y tiene previsto participar en algunas pruebas del Campeonato de España el próximo año.
El evento, que nació con el propósito de fomentar la afición en la Isla a esta disciplina deportiva, está consiguiendo sus objetivos con paso firme. Puede que no lo parezca, pero Menorca sí reúne unas buenas condiciones para la práctica del windsurf, aunque generalmente se depende de la entrada de las borrascas para poder salir a navegar. Explica Pons que en la Isla hay, además de Son Bou, otras zonas idóneas para hacerse a la mar con la tabla, como Punta Prima, Cala Tirant, Sant Tomàs o la bahía de Fornells, «un lugar perfecto para que se forme la cantera», apunta.
En la competición de ayer tomaron parte una veintena de windsurfistas (solamente una mujer entre los participantes), de entre 15 y 40 años. Tras la celebración de las diferentes mangas, los jueces tomaron nota de las puntuaciones, aunque el nombre de los ganadores no se hará público hasta el próximo 3 de enero, fecha en la que celebrarán una fiesta de clausura, con barbacoa incluida, en el Recinto Ferial de Es Mercadal.