Menorca suele tener poca presencia en los medios nacionales. Algún suceso escabroso, de forma excepcional y poco más. Sin embargo en el último año, la Isla se asocia a la polémica por la reforma de la carretera general. Noticias denunciando estas obras se han publicado en «El País», «El Periódico», «La Vanguardia» y ayer, en la radio, en el programa «Hoy por hoy» de Cadena SER, que conduce Gemma Nierga, en horario de máxima audiencia, con la participación del portavoz del GOB, Miquel Camps.
Una imagen negativa
El programa de la SER se abrió con la canción «Applejack» del anuncio de Cerveza Damm de 2010. «El anuncio con la canción del verano -dijo Nierga- mostraba extraordinarios paisajes de Menorca. Ahora estos idílicos paisajes están en peligro».
El tono coincide con el de otros medios escritos. El primero de ámbito nacional que reflejó en sus páginas la reforma de la carretera general fue «El País». En diciembre de 2013, el corresponsal Andreu Manresa tituló «La carretera general del general» refiriéndose a Luis Alejandre, a quien compara con el gobernador británico Richard Kane, quien también diseñó el camino que lleva su nombre. En febrero de 2014 insiste: «La nueva carretera general de Menorca siembra la discordia» y amenaza con dejar «una doble fractura; una en el territorio, atravesado por sus rotondas gigantes a dos alturas, y otra en la sociedad, por la contestación que suscita» la obra. En la edición digital en catalán, se refiere a «la herida de las máquinas sobre el paisaje de Menorca (...) en una de las mayores infraestructuras nunca vistas».
«La Vanguardia» tituló en julio «Polémica en Menorca por un proyecto para construir seis grandes rotondas» y afirma que «el paisaje de Menorca cambiará de una manera notable en poco más de un año», por las «macrorrotondas».
Marisa Goñi, de «El Periódico» escribe: «La Isla, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco, asiste atónita e indignada al avance de las excavadoras» y se refiere a las rotondas que «no llevan a ninguna parte». Igual que ayer en la radio, plantea la relación entre el proyecto de planta de tratamiento de escombros de Biniai y que uno de sus promotores, Antonio Gomila, forme parte de la UTE adjudicataria de la reforma de la carretera.
Miquel Camps explicó ayer en la SER que la obra representa «una transformación paisajística enorme», en una carretera «sin puntos negros», en «la obra con más impacto sobre el territorio de las últimas décadas». Oyentes se suman a la protesta. Uno pregunta: «Podéis detener las excavadoras?». Otro pide al GOB que ponga en marcha «una campaña contra la presencia de tantos yates en la costa».
La imagen turística de la Isla también resulta herida.