«Hace cinco años, cuando ví que mi tío se levantaba a las seis de la mañana para ir a pescar, sentí que algo importante me estaba perdiendo. Fue al acompañarle y querer repetir, cuando me dí cuenta de que tenía razón, había descubierto algo que me apasionaba y lo sigue haciendo a día de hoy.»
Quién algo quiere, algo le cuesta. Y si no que se lo pregunten a Álvaro García, un joven que, con solo quince años, es todo un experto en la pesca deportiva. No lo hace con una modalidad cualquiera, pues utiliza el'rockfishing, o lo que es lo mismo, la captura de peces pequeños con señuelos de plástico, pesca artificial que requiere «tiempo, paciencia y dedicación». Cuenta con un Facebook personal muy completo que centra, en buena parte, en su afición.
Bajo el lema «Captura y suelta», se ha unido a un grupo que aumenta día tras día y que tiene muchos seguidores en la isla. Se trata de pescar por gusto, con el objetivo de establecer «una lucha con el pez, en la que ganamos los dos; pues apreciamos la belleza marina, nos hacemos la foto de rigor y devolvemos la especie a su hábitat.»
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