El pacto sellado anteayer en la sede del Partido Popular de Ciutadella para hacer voto de silencio y transmitir una falsa imagen de «unidad» en la formación es solo una tregua ante las bajas de militancia que, empezando por el propio exalcalde José María de Sintas, se siguen anunciando para las próximas semanas.
De hecho, la reunión fue muy tensa y se encrespó cuando los concejales de uno y otro bando empezaron a cruzarse reproches sobre cuestiones referentes a los cuatro años de gestión municipal en común, sobre todo el último tras la marcha del exalcalde.
Visto el cariz que adquiría la reunión, el nuevo número uno municipal, Juanjo Pons, tomó la palabra para proponer un acuerdo que evitara airear los desencuentros de cara al exterior. Con ello logró que nadie hiciera declaraciones a la salida y que todos se remitieran a un comunicado público que terminó velando por «la necesidad de unidad, generosidad y responsabilidad a la hora de afrontar los cuatro próximos años».
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