Adriaan Mol es un hombre inquieto. Al terminar la universidad empezó a trabajar de periodista en su Holanda natal, pero la profesión le horrorizó. «A la prensa solo le interesan las malas noticias», opina este holandés de aspecto fornido y ojeras marcadas. Su mente le pedía aventura y se alistó en las fuerzas armadas para colaborar en una misión de ayuda humanitaria en Somalia y más tarde, en Ruanda, sumida en un conflicto civil. De eso hace ya veinte años.
«Me acabé convirtiendo en un experto en gestión y aprovisionamiento de agua potable y empecé a trabajar para diversas Ongs de ayuda humanitaria», recuerda Mol, que ya nunca más ha abandonado África. Más adelante, al casarse y tener hijos, decidió abandonar Somalia por un país más tranquilo como Madagascar. Allí se implicó en un nuevo proyecto de desarrollo, «pero al final me di cuenta de que las ongs no sirven de mucho. Me desencanté de la ayuda humanitaria. Creo que montar una empresa tiene más impacto a largo plazo en el desarrollo de un territorio», opina Mol sentado en una terraza de S'Algar, sede central de Menorca Millennials, un programa que reúne hasta el próximo día 24 a 20 start-ups tecnológicas de todo el mundo con inversores de primer nivel.
Mol es uno de los participantes de Menorca Millennials y ya tiene alguna experiencia como emprendedor. En Madagascar creó Bush Proof, una empresa que se dedica a cultivar plantaciones de bambú para proveer a la población de carbón sostenible y agua potable, evitando la deforestación de los bosques naturales. La empresa sigue hoy en funcionamiento, aunque Mol acabó mudándose a Kenia, sin parar ni un segundo de buscar nuevas oportunidades de negocio. Su última aventura empresarial, PoaPower, es la que le ha llevado a ser seleccionado para Menorca Millennials. PoaPower es un sistema de pre-pago de electricidad dirigido a los más de cinco millones de hogares sin corriente eléctrica en su nuevo país. «En Kenia hay gente que tiene que caminar dos horas para poder cargar su móvil, y después tiene que esperar tres horas más a que le toque su turno. Ha perdido todo el día para poder cargar el móvil!», exclama, frunciendo el ceño. El sistema PoaPower funciona a partir de un pequeño generador portátil alimentado con energía fotovoltaica, que los clientes obtienen de forma gratuita para que sea más accesible. «Solo tienen que preocuparse de tener suficiente crédito en su cuenta de prepago», explica Mol. En Kenia el prepago puede realizarse a través del móvil gracias al mobile money, un sistema muy extendido en los países africanos que permite hacer transferencias de dinero de teléfono a teléfono sin necesidad de pasar por un banco o un cajero.
En estos momentos, el objetivo de Mol es levantar capital por valor de medio millón de euros para financiar el desarrollo del proyecto y comprar una primera tirada de generadores fotovoltaicos. Los dispositivos, fabricados por una empresa holandesa, cuesta unos 150 euros. «Ya sé que no es un negocio que dé mucha rentabilidad a un inversor, pero al menos es un negocio sostenible, con el que no perderá dinero», insiste Mol. El emprendedor de los Países Bajos confía que su paso por Menorca Millennials pueda abrirle algunas puertas y por si acaso vuelve a su ordenador para preparar la presentación final que realizará ante un grupo de inversores y business angels el próximo sábado.