El PP sintoniza con la propuesta de la alcaldesa de Ciutadella de plantear en 2016 que se suban los sueldos políticos en el municipio, «siempre que venga marcada por un órgano superior y contribuya a dar estabilidad al municipio». Así lo anunció ayer tarde el portavoz popular Juanjo Pons, después de que la primera edil Joana Gomila incidiera en que el nuevo gobierno tripartito «no promoverá ningún cambio unilateral, ni priorizará» el aumento de las retribuciones, que en todo caso quedará supeditado «a la revisión del Plan de Saneamiento Económico y a los objetivos que se marquen». Es más, Gomila propuso que no sea el propio gobierno quien fije el incremento, sino que éste se decida «en base a criterios claros y objetivos, como los marcados por la Federación Española de Municipios».
La alcaldesa hizo estas consideraciones durante el debate plenario que dio luz verde, con la única abstención de los seis ediles del PP, a las retribuciones para este año, las mismas que estaban vigentes el mandato anterior. El gobierno PSM-PSOE-GxC pasa de las 5,66 del PP a 6 dedicaciones exclusivas, pero el coste global apenas sufre variación alguna.
Pese a ello, Gomila incidió en que no ve «razonable» que, tras los sucesivos recortes aplicados desde 2007, el régimen retributivo de Ciutadella se sitúe casi a la par que el de Es Migjorn, o que tanto ella como sus ediles con dedicación exclusiva cobren 1.000 euros menos que los de Maó o estén 300 por debajo de Ferreries
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