El obispo de Menorca Salvador Giménez, que ha sido nombrado este martes por el Papa Francisco obispo de Lleida, ha firmado un decreto por el que ha designado a Gerard Villalonga, hasta ahora vicario general, delegado «para la generalidad de los casos».
Este cargo tendrá vigencia, según el Código de Derecho Canónico, hasta que el obispo Giménez Valls tome posesión como nuevo titular de la diócesis de Lleida.
En este momento -aún por concretar- la jurisdicción de la diócesis de Menorca de Menorca pasará a manos del Colegio de Consultores o bien será encargada a un administrador apostólico, designado por la Santa Sede.
El Colegio de Consultores de Menorca está formado en la actualidad por seis sacerdotes: Gerard Villalonga, Joan Bosco Faner, Jesús Llompart, Bosco Martí, Rafel Portella y Joan Miquel Sastre.
La diócesis de Menorca no quedará en situación de «sede vacante» hasta que Salvador Giménez tome posesión como obispo de Lleida, acto para el que aún no hay fijada fecha.
El nombramiento de Salvador Giménez como se ha producido después de que el papa Francisco haya aceptado la renuncia del antiguo obispo, Joan Piris Frígola, al haber superado los 75 años de edad y en conformidad con el artículo 401 del Código de Derecho Canónico.
Salvador Giménez fue nombrado en mayo de 2005 obispo auxiliar de Valencia, y en septiembre de 2008 fue designado administrador apostólico de Menorca cuando Joan Piris recibió el nombramiento vaticano de obispo de Lleida.
En mayo de 2009 fue nombrado obispo de Menorca. Tomó posesión en la Catedral de Ciutadella en julio del mismo año.
En la Conferencia Episcopal Española el obispo Giménez Valls es miembro de la Comisión para la Enseñanza y Catequesis desde 2005 y de la Comisión para los Medios de Comunicación social desde el año pasado.