Son Saura, Cala en Turqueta y Macarella, las principales playas vírgenes de la costa sur de Ciutadella y, por tanto, las que gozan de un mayor atractivo turístico, soportan estos días más del doble de la presión humana que aconseja el Plan Especial Me-14 que regula estos espacios naturales protegidos.
En lugar de los 480 vehículos que, como máximo, pueden albergar los tres únicos aparcamientos autorizados en el sur, llegan a estacionarse de forma simultánea un total de 1.185. Y esto es así porque los parkings autorizados encajan más coches de los permitidos y el resto encuentra acomodo en las dos zonas de aparcamiento ilegal, pero toleradas por la administración, que se han habilitado en el acceso a Macarella y Cala en Turqueta.
Este hecho comporta un fuerte impacto medioambiental y dispara el riesgo de incendio en unas áreas singulares de especial protección y elevado interés natural. Además, en el peor de los casos, amenazan con dificultar el acceso a los servicios médicos y a los agentes de la autoridad en caso de emergencia.
De las 480 plazas de aparcamiento que teóricamente solo están disponibles en las zonas habilitadas, 200 corresponden a Son Saura, 160 a Macarella y 120 pertenecen a Cala en Turqueta. Pero a éstas, debemos añadir algunas más que los responsables de estacionar los vehículos permiten, siempre y cuando no dificulten la circulación. El resto de coches provienen de los parkings ilegales y otras zonas anexas.
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