Periodista que se dedica a la política, Ximo Puig (Morella, 1959), quiere que Catalunya continúe en España. Afirma que los Països Catalans no existen como entidad política y propugna una reforma de la Constitución -dialogada y pactada- que haga posible una España federal, porque la que propugna el PP, sin contemplar las singularidades, «es una España fracasada».
Presidente de la Generalitat Valenciana -con un gobierno formado por PSOE y Compromís- y secretario general del PSOE en Valencia, Puig intervino ayer noche en las tertulias de Es Mercadal. Ante la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, se pronunció a favor, cuando se abra la reforma de la Constitución Española, de revisar los sistemas de elección de los miembros del Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas y el Consejo General del Poder Judicial.
«Porque -aseveró- la Constitución, después de tres décadas de éxito, presenta cierto agotamiento en sus materiales, por lo que se impone su reforma, que debe ser fruto del diálogo, el pacto y el acuerdo, pero el PP no quiere participar en esta reforma».
Ximo Puig reivindicó la modificación del actual modelo territorial de España «al existir una situación de desigualdad entre las autonomías que afecta a las personas. Balears y la Comunidad Valenciana están mal financiadas y está bajando su renta per cápita; es hay que afrontar y racionalizar este debate».
Rechazó la «confrontación entre autonomías porque deben redistribuirse todos los recursos del Estado para prestar los servicios públicos con suficiencia financiera; y la prioridad son la sanidad, educación y servicios sociales que constituyen la base del estado de bienestar. En definitiva, es necesaria una redistribución general».
El presidente de la Generalitat Valenciana -que fue presentado por el conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Marc Pons- se declaró a favor de «sumar esfuerzos, por que lo quiero que Catalunya continúe en España».
Preguntado qué ocurrirá en Catalunya después de las elecciones del 27 de septiembre, respondió que no quiere entrar en la política ficción pero «aunque en democracia todo es posible, hay que hacer lo que marca la ley, siempre dentro de la normalidad democrática, pero lo importante es unir, no separar ni dividir».
Lamentó que «en España no exista cultura de coalición, cuando en Europa lo extraño son los gobiernos de mayoría absoluta» y acusó al PP de «falta de dignidad democrática al cuestionar lo que han decidido los ciudadanos, que han apostado por la pluralidad y los pactos de gobierno entre distintas formaciones políticas».
Defendió las relaciones entre Valencia y Catalunya y anunció la coincidencia con el Govern balear presidido por Francina Armengol para reivindicar un nuevo modelo de financiación para Valencia y Balears, pero subrayó que «aún cuando existan relaciones de naturaleza cultural, económica e incluso de fraternidad entre Catalunya, Valencia y Balears, no avalan un proyecto político que se denomine Països Catalans».