La convocatoria de becas para compensar la doble insularidad a los estudiantes menorquines que cursan carrera fuera de la Isla ya es una realidad. El Consell ha publicado las bases para que los jóvenes que cumplan los requisitos puedan acogerse a la ayuda. Así, el colectivo tiene 20 días naturales a partir de hoy para formalizar la solicitud.
La Conselleria de Cultura y Educación ha reservado una partida de 200.000 euros para la concesión de estas becas. Pueden optar a ellas alumnos que durante el curso 2014-2015 hayan cursado estudios universitarios, de formación profesional de grado medio o superior, de enseñanzas artísticas superiores, másters, postgrado y doctorado.
El conseller de Educación y Cultura, Miquel Àngel Maria, asegura que «todas las solicitudes que cumplan los requisitos establecidos tendrán beca» puesto que se dividirá el importe total por el número de estudiantes. El responsable del departamento explica que el equipo de gobierno actual da recorrido a una iniciativa ideada por el anterior Consell del PP, «una propuesta programática que llevaban los populares en 2011 y que se ha puesto en marcha en 2015».
Miquel Àngel Maria anuncia, a su vez, que estas becas para compensar la insularidad «tendrán continuidad el próximo curso», aunque con algunos cambios al respecto.
Por un lado, las dos partidas de becas que convoca el Consell (ésta dirigida a compensar la insularidad de 200.000 euros y la convocatoria general de becas para estudiantes dotada con 90.000 euros) se unificarán en una sola manteniendo o mejorando la cuantía total.
Por otro lado, avanza que en la próxima convocatoria se tendrá en cuenta a aquellos estudiantes que no pueden optar a una beca de otras administraciones por tratarse, por ejemplo, de estudios que no se contemplan en esas convocatorias.
Por último, apunta a una convocatoria con una «orientación social», puesto que «no consideramos correcto financiar a todos» sin tener en cuenta las circunstancias económicas familiares. Así es como se estudiará la vía adecuada para «dar las ayudas preferentemente a la gente que lo necesita». Y agrega que «la insularidad es un problema de los menorquines pero que no lo deben arreglar los menorquines», es un problema de «reivindicación política» y concluye que «no podemos avalar la injusticia».
La convocatoria actual no penaliza por los ingresos ni por cursar una formación que ya se imparta en Menorca.