El optimismo parece que se ha instalado en el sector turístico menorquín con la vista puesta en el final de la temporada. Después de haber tocado fondo el año pasado, cuando el mes de octubre, con menos de un 40 por ciento de las plazas hoteleras abiertas y una ocupación del 50 por ciento, fue de los peores que se recuerdan, el buen ritmo de actividad de la presente campaña y las previsiones tanto hoteleras como de otros sectores relacionados con el turismo hacen augurar un buen septiembre, igualando y hasta mejorando las cifras del año pasado, e incluso la recuperación de, al menos, la primera quincena del mes de octubre.
A falta de recopilar todas las cifras de sus establecimientos asociados, fuentes de la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME), revelan que las reservas cerradas para el mes de septiembre «hacen pensar en que el próximo mes será mejor que el año pasado» en términos de ocupación. La gran novedad, no obstante, será que, después de años en que el grueso de hoteles echaban el cierre entre finales de septiembre y principios de octubre, este año «pensamos que vamos a poder recuperar la primera quincena de octubre».
Una tendencia que, explican desde la patronal, sobre todo se producirá en aquellos establecimientos que «han hecho los deberes», es decir, que cuentan con una oferta mejorada, con usos complementarios o que han dirigido sus establecimientos a un cliente más específico, precisamente los elementos que están demandando los mayoristas turísticos.
Coincide en la visión optimista de cara al último mes de temporada, aunque algo más moderada, la secretaria general de PIME, Maria Garcia, quien explica que «para principios de octubre hay buenas perspectivas», una novedad en la patronal de la pequeña y mediana empresa de la Isla, desde donde el año pasado incluso se llegaba a afirmar que el mes de octubre ya no se consideraba un mes turístico.
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