Menorca tampoco se va a quedar de brazos cruzados ante la crisis humanitaria que padece Europa por la llegada masiva de refugiados de las guerras, sobre todo de Siria e Irak. Siguiendo la iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona y arropada por multitud de localidades españolas ante una posición más ambigua del Gobierno central, diversos municipios de Menorca se muestran abiertos a acoger a refugiados.
Después que el Govern haya anunciado que prepara las líneas estratégicas para que Balears pueda acoger a refugiados, el Consell también ha movido ficha. El gobierno insular impulsa una red menorquina de pueblos refugio, abriendo así la puerta a que la Isla pueda acoger a los exiliados, explica el conseller Miquel A. Maria, responsable de Cooperación Internacional. El objetivo es que se adhieran todos los municipios de Menorca. «No vamos, ni podemos, a obligar a los ayuntamientos; es una invitación a sumarse a la iniciativa», apunta Maria.
La intención del equipo de gobierno es la de «coordinar», junto al Govern balear y Gobierno central «los esfuerzos» para ayudar desde la Isla a paliar esta crisis humanitaria. Aún es pronto para saber cuántos refugiados podría acoger Menorca y dónde se podrían colocar, ya que por un lado el número de exiliados lo tendrá que definir el Gobierno central y también se tendrá que hablar con los ayuntamientos para valorar la capacidad de cada municipio y los «mecanismos necesarios para crear un registro de familias de acogida».
En el próximo pleno del Consell, fijado para el 21 de septiembre, los tres partidos del gobierno (PSOE, Més y Podemos) han registrado una propuesta de acuerdo donde se propone la creación de esta red menorquina de pueblos refugio, además de declarar «la Isla de Menorca como tierra de acogida» y a la vez expresar «la solidaridad de la Isla hacia las personas que huyen de la guerra». Asimismo, se reclama al Gobierno impulsar las medidas necesarias para «incrementar el apoyo» a los refugiados y que destine recursos a las administraciones implicadas.
Mientras no se debata en el pleno la creación de esta red, el Consell empezará a contactar con los ayuntamientos para comenzar a articular cómo afrontan la situación.
Primeras adhesiones
De momento, ya han sido cuatro los municipios que se han mostrado dispuestos a apoyar la iniciativa, a la espera de que se pronuncien el resto de consistorios. Maó ha sido el primer ayuntamiento de la Isla en ofrecerse como municipio de acogida. El equipo de gobierno presentará en el próximo pleno una moción en este sentido y cree necesario una «coordinación entre las distintas administraciones, asociaciones, ONG y particulares» para «definir un protocolo de acogida».
El Consistorio de Maó asegura que «trabajará para definir la capacidad de alojamiento que tiene el municipio y cuáles son las posibilidades de ofrecer manutención, atención médica, etc. y a la vez coordinar las ayudas ofrecidas por particulares».
Por su parte, la concejal de Servicios Sociales de Ciutadella, Carol Cerdà manifiesta el apoyo del Ayuntamiento a esta iniciativa, a la vez que critica «la falta de sensibilidad e interés» del Gobierno de Mariano Rajoy en este tema. Cerdà cree que no solo habrá que preocuparse de dar cobijo a los refugiados, sino también de establecer mecanismos para garantizar su inserción en la sociedad.
La alcaldesa de Sant Lluís, Montse Morlà, también ha anunciado que se adherirán a esta red menorquina y emplaza al Consell a «reaccionar con urgencia» para coordinar acciones para afrontar «la peor tragedia que ha vivido Europa desde la Segunda Guerra Mundial».
El alcalde de Ferreries, Josep Carreres, admite que el gobierno municipal no ha tratado la cuestión, pero tras destacar la «idiosincracia solidaria» que ha marcado siempre a Ferreries, «seguro que daremos una mano de ayuda y seremos un pueblo de acogida», manifiesta.
Caritas ofrece sus instalaciones de la Isla para acoger refugiados
Caritas Diocesana de Menorca ha puesto a disposición de las administraciones su infraestructura en la Isla al servicio de los refugiados que lleguen a la Isla «huyendo de la destrucción, la guerra y la violencia sin sentido».
No solo ofrece sus instalaciones, sino también «el esfuerzo de nuestros profesionales, los valores y las manos de nuestros voluntarios» con el fin de «ofrecerles una acogida digna y humana».