Miquel Àngel Maria Ballester (Maó, 1965) repite en Menorca el cargo de conseller insular de Cultura que ya ostentó en Mallorca entre 2002 y 2003. Teólogo y experto internacional en intervención social, el excolaborador de «Es Diari», ha pasado directamente del instituto a la plaza Biosfera.
Rajoy apoyó el jueves la candidatura de los dólmenes de Antequera. ¿Cuándo vendrá a respaldar la Menorca Talayótica?
— El día del primer pleno le dije al expresidente Santi Tadeo que nosotros también queríamos una foto con Rajoy. Aún la espero...
¿Se lo han pedido directamente?
— No. Antes de acabar el año reuniremos a la comisión asesora para exponer el plan de acción de 2016, que es el año decisivo de la candidatura, en el que recibiremos la visita de los inspectores de ICOMOS y la UNESCO.
¿Habrá más presupuesto?
— No, el mismo, pero con otra orientación, para aumentar la difusión exterior de la candidatura. Por eso ya hemos hablado con las consellerias de Cultura y Turismo del Govern de impulsar ciertas campañas. Además, la exposición institucional de la Diada será en enero una muestra sobre qué es la Menorca Talayótica, para que todos los menorquines interioricemos que tenemos un legado único en el mundo. Queremos que itinere por todos los municipios hasta fin de año, para que toda la Isla se lo crea y lo viva. De hecho, si algo se ha hecho bien estos años ha sido aumentar la actividad en las aulas relacionada con visitas a los yacimientos y con la candidatura. Pero eso debe hacerse extensivo ahora al resto de la población. Las visitas concertadas estos últimos meses han sido un éxito, pero no basta.
Urge más poner a punto todos los yacimientos, ¿no?
— Es lo que haremos, aún con más intensidad, si en 2017 la UNESCO nos declara Patrimonio Mundial. Ejecutaremos lo previsto en el expediente y daremos un salto cualitativo en la mejora de accesos, la señalización... Lo que sí crecerá, a diferencia de anteriores ejercicios, son las ayudas a la investigación y excavación arqueológica. Esto también es Menorca Talayótica.
¿Cómo se complementará con la Reserva de la Biosfera?
— Están totalmente vinculadas. La Menorca Talayótica es una parte de la Reserva, o mejor dicho de la Menorca Biosfera, el territorio humanizado, que afecta al patrimonio natural y a todo lo construido por el hombre.
La Reserva de la Biosfera tendrá un centro de interpretación en S'Enclusa. Pero la Menorca Talayótica, ¿tendrá el previsto en Montefí?
— Ya se verá, pero no es lo más importante. Nuestro centro de interpretación son los yacimientos. En pleno siglo XXI no nos planteaMos grandes proyectos, sino que cualquier visitante, haciendo uso de códigos QR, pueda disponer de la información alusiva al monumento. Así, el centro de interpretación será el propio teléfono móvil del visitante.
¿Si no logran la declaración, se volverá a intentar?
— Sí, pero se replanteará. La actual candidatura ya no tiene marcha atrás, pero si nos toca volver a empezar propondremos un aspecto más amplio: la relación de la Isla con la piedra seca. Así podremos incorporar las canteras, la paret seca, las construcciones relativamente modernas que forman parte del paisaje menorquín...
¿Qué harán con tanto BIC declarado, y aún por declarar?
— El objetivo de toda declaración es hacer que el patrimonio sea conocido, conservado y utilizado. Con esta premisa elaboraremos un nuevo plan plurianual de gestión del patrimonio. Partimos de la premisa de que el BIC no lo es todo. En Ferreries, por ejemplo, tenemos el Pont de Binimoti, que muchos piden que sea declarado BIC, pero el objetivo real es abrir el camino, ponerlo a disposición del pueblo y conservar el puente, pudiéndolo usar. ¿La declaración de BIC es necesaria en este caso? A lo mejor importa más un convenio con la propiedad.
Ya se han iniciado las esperadas obras de climatización del Museu de Menorca, pero muchos menorquines aún no lo han visitado. ¿Cabe dar a conocer esta realidad a la población?
— El Museu de Menorca es la prueba piloto para mejorar la gestión global de todos los museos. Hemos encargado un nuevo proyecto museográfico para decidir qué hacer con el resto de recintos, ya sean privados o municipales. Redactaremos un reglamento para definir desde el Consell la línea a seguir. De hecho, ya hemos abierto una colaboración con el Bastió de Sa Font de Ciutadella para impulsar exposiciones conjuntas. Para empezar, sobre la Menorca Talayótica por la Diada.
¿Qué otras prioridades apunta?
— En 2016 recuperaremos el plan de equipamientos culturales, que se ha dejado de lado estos cuatro años y ha hecho que se concedieran las ayudas a los municipios de forma arbitraria. También volveremos a dotar de más medios el Arxiu d'Imatge i So, que se encuentra en una situación crítica, y le buscaremos una sede alternativa, ya que en la planta baja del IME carece de espacio. Queremos potenciar la difusión y uso de sus fondos. Asimismo, una vez recuperado ya Illanvers, pondremos en marcha un nuevo formato de festival poético...
Joventuts Musicals le ha pedido consolidar la Orquestra de Cambra Illa de Menorca (OCIM)...
— Sí, la orquesta se creó en 1998, pero carece de entidad propia y se vehicula a través de las JJMM. Estudiaremos cómo atender su petición y, de paso, aprovecharemos para reorientar la programación de la música clásica en Menorca. De hecho, estamos detectando un retroceso de público visitante en estos conciertos, lo que temo tenga que ver con el 'todo incluido' y el aumento de los espectáculos de animación en los hoteles. Eso nos lleva a una visión de modelo turístico. Y la consecuencia es que la mejora de la oferta complementaria revertirá en una mejora de la producción cultural.
Otra vez, como con la Menorca Talayótica, un nexo claro entre turismo y cultura. ¿Para eso impulsa el IME un plan estratégico sobre la Isla?
— El Institut Menorquí d'Estudis es una entidad científica con capacidad suficiente para liderar el debate social sobre qué es y qué queremos que sea Menorca. No debe concretar, pero sí definir un modelo a partir de lo que expongan las voces consultadas.
Hay quien cree ver cierta afinidad ideológica entre el IME y el actual gobierno del Consell...
— Pues el plan se nutrirá de datos aportados por la administración, la patronal hotelera, las empresas o el Cercle d'Economia, que es plural. Querer ver un cariz político en el IME es una falsedad que perjudica a la propia entidad y a la Isla. Es lo mismo que el Consell Escolar a nivel educativo, un espacio de debate e innovación, al margen de las diatribas políticas. Y a propuesta de Edu21, la entidad que más ha hecho por superar el conflicto educativo de estos últimos años, tendrá una presidencia elegida por un proceso de primarias. Las dos personas que los propios colectivos decidan serán las que proponga al Govern para presidir el ente. Quiero que el Consell Escolar sea el espacio institucional de donde salgan las propuestas de mejora del ámbito educativo en Menorca.
Últimamente ha sido noticia por firmar el manifiesto «Menorquins pels Països Catalans» y encabezar la delegación de Més per Menorca en la Diada de Catalunya...
— Pero eso no tiene nada que ver con mi condición de conseller. Me cogí un día de vacaciones para asistir a la Diada como representante de mi partido, Més, y me pagué el viaje de mi propio bolsillo. Lamento que el PP haya tergiversado la realidad.
¿Le asustan los enconados enfrentamientos que, sobre todo en las redes, alientan la catalanofobia?
— No. C reo que en realidad existe una gran normalidad sobre la lengua; solo hay un pequeño grupo nada significativo que hace mucho ruido. Pero no tiene nada que ver la lengua con la situación política de Catalunya.
¿Qué tema musical propondría como himno de Menorca?
— No percibo ninguna demanda social para que la Isla deba tener un himno.