No es inusual que durante épocas migratorias, pequeños grupos de flamencos recalen en la Isla para retomar fuerzas. Sin embargo, ese no fue el caso de un ejemplar que el pasado mes de agosto llegó hasta la playa de Son Xoriguer, en Ciutadella. El estado de debilidad que presentaba alertó al playero encargado de las hamacas, que se puso en contacto con el Centre de Recuperació de la Fauna Silvestre que gestiona el GOB.
Según explica uno de sus responsables, Pere Pons, el ave permaneció en el centro durante casi dos semanas, donde recuperó las fuerzas necesarias para retomar el vuelo después de someterse a un proceso de rehidratación y desparasitación gracias a la colaboración del veterinario del centro, Jaume Pons. El ejemplar no estaba anillado, por lo que se desconoce su procedencia. No obstante, desde el hospital de animales relatan que se trataba de un ave todavía joven y que lo más probable es que se extraviara en una de sus primeras experiencias de aprendizaje. Lo más seguro es que procediera de la Península, del coto de Doñana o el Delta del Ebro, según apuntan desde el GOB. Una vez recuperado, el flamenco fue liberado, después de ser anillado, desde las salinas de Fornells.
Cabe recordar que el hospital de animales, que tiene su sede en una de las canteras de Líthica, está supervisado por el Consorci per a la Recuperació de la Fauna de les Illes Balears (COFIB), y que su funcionamiento depende en gran medida del voluntariado. Es por ello que actualmente tienen en marcha una campaña para que quien lo desee pueda apadrinar algún metro cuadrado del centro para apoyar la actividad que allí se desarrolla.