Durante el tiempo en el que la brigada de obras municipal ha hecho uso de ella, la parcela ha custodiado algunos elementos históricos de Ciutadella.
Es el caso de las esculturas más emblemáticas de Sa Contramurada, es decir, el niño sobre el caracol y el monolito dedicado a Josep Maria Quadrado.
El primero de ellos actualmente se encuentra en proceso de restauración. Otra de las reliquias que pasó un tiempo en la parcela es una farola de forja, que originalmente estaba en la font d'Artrutx. Hoy en día luce en la rotonda frente al Bastió de Sa Font como símbolo emblemático de Ciutadella