El Grupo Municipal del PSOE acordó la tarde este martes sumarse al rechazo de sus socios en el gobierno de Ciutadella a que siga sonando el Himno Nacional en la tradicional procesión de Sant Antoni, lo que implica automáticamente que dejará de interpretarse a partir del próximo 17 de enero y, al menos, durante los cuatro años del mandato.
El motivo argüido por la segunda teniente de alcalde y portavoz socialista, Noemí Camps, es el mismo que el esgrimido por PSM y Gent x Ciutadella. El Real Decreto de 1997 que lo regula no obliga a tocarlo en actos como el que se celebra anualmente para conmemorar la reconquista cristiana de la Isla y su anexión en 1287 a la Corona catalano-aragonesa. «Y, como no es obligatorio, en coherencia con la postura expresada por nuestro partido, tampoco apoyaremos esta vez que se interprete en la procesión», razonó.
El triple rechazo de los grupos coaligados en el gobierno local, que suman 13 de los 21 concejales de la corporación, aboca la moción de UPCM al fracaso, ya que ni siquiera concitando el esperado apoyo del PP lograría que fuera aprobada por el pleno.
De esta forma, la Agrupació Musical ya no deberá sonar la Marcha Real durante la procesión. Se dará así idéntica situación que entre 2000 y 2003 y en 2010 y 2011 cuando, siempre bajo gobierno de izquierdas, el Ayuntamiento acordó la supresión del Himno. Para superar el eterno debate que se suscita al respecto con cada cambio de gobierno, el Consistorio propuso hace 15 años al Consell que creara un himno de Menorca. El entonces conseller de Cultura, Josep Portella, valoró la iniciativa, pero finalmente no se tradujo en propuesta alguna. En 2004, con el gobierno de Llorenç Brondo (PP) al frente, volvió a instaurarse, al igual que en 2012, con el también popular José María de Sintas.