El equipo de gobierno tripartito del Consell ha presentado este viernes sus primeros presupuestos que, fiel a sus principios y al acuerdo programático, tienen una clara orientación social. Son cuentas de contención, bajan tres millones respecto a los recursos gestionados este año, aspecto poco relevante para el director insular responsable del presupuesto, «es una herramienta viva, que se puede modificar. Lo importante es cumplirlo, la liquidación de los anteriores muestra un grado de ejecución incompleto», señala Gabriel Pons. Aparece reducido también el capítulo de inversiones, un 28 por ciento, se dedica la cuarta parte del gasto al departamento de bienestar social y familia y un 20 por ciento lo gestionará el departamento de servicios generales, participación ciudadana y familia.
La consellera Cristina Gómez es clara al explicar la gestión de los recursos de la institución propuesta para 2016 , «estamos en contra de los recortes de los años pasados, los eliminamos, el objetivo es asegurar las prestaciones básicas de la ciudadanía, los valores de estas cuentas son la solidaridad, participación, eficiencia y transparencia». El ahorro en el coste de los órganos políticos, 280.000 euros tiene reflejo en ese campo, un plan de choque contra la exclusión social con cuatro partidas: 90.000 euros dedicados a política de vivienda, en especial gente sin techo, que están en la calle y cuyo perfil les excluye también de las casas de acogida de Maó y Ciutadella, para esa personas se creará un «centro de baja exigencia». Otros 90.000 euros se destinarán directamente a ayuda a las familias y unos 20.000 a jóvenes en riesgo de exclusión social. También se aumenta la dotación de becas para escoletes «porque está comprobado que durante los años de potente crisis económica ha habido niños que no han podido asistir a causa del coste. Para nosotros es una prioridad».
Sobre vivienda destaca que en cuatro años ha habido «cero política de vivienda. Es cierto que no tenemos competencias pero también que no podemos ser ciegos ni sordos a la realidad de los desahucios. Por ello abriremos una oficina antidesahucios con asesor legal y trabajador social y un administrativo». La oficina recuperará también el servicio de atención a los ayuntamientos.
En Cultura, se mantiene el programa de Menorca Talayótica, «que sea algo más que marketing», y se incrementan los recursos de investigación y mantenimiento de los poblados talayóticos, «también habrá un cambio importante en este departamento, que había estado desolado cuatro años». El contrato agrario reserva de la biosfera, CARB, es otro de los programas que mejora de forma apreciable su dotación.