No todas las peticiones del Govern han sido estimadas por el ministro Montoro. Hacienda ha dejado fuera del acuerdo las obras incluidas en el convenio de inversiones estatutarias de 2010, en el que figuraban actuaciones ferroviarias en Mallorca, mejoras en las autopistas de Eivissa y una partida de 16 millones de euros destinada al nuevo puerto exterior de Ciutadella, cuando todavía se precisaba costear la ampliación del dique entonces en marcha.
En total, 50 millones, más otros 63 de la segunda parte del proyecto de reforma de la Playa de Palma que, como las iniciativas anteriores, quedan al margen del acuerdo negociado entre las partes. Pero el Govern dice que no renuncia a incluirlas de nuevo en una futura negociación. «Seguiremos negociando para conseguir estos 113 millones que aún quedan pendientes, pero debe reconocerse que lo ya logrado supone un avance», admite Armengol. «El trabajo bien hecho siempre acaba dando sus frutos».
El último precedente de una reunión de la comisión mixta entre ambas administraciones se remontaba hasta ahora al año 2009. La presidenta cree al respecto que puede haber influido «la reducida atención que el Gobierno de España presta al territorio al que represento», pero también a la «escasa presión ejercida por mi predecesor en el Govern (Bauzá) para conseguir estos acuerdos tan necesarios para Balears». En su opinión, las Islas deben seguir manteniendo una actitud inconformista, ya que sigue latente el problema de infrafinanciación que tradicionalmente ha padecido la comunidad autónoma.
El próximo objetivo del Ejecutivo Armengol es comprometer a Madrid a la redacción de un nuevo Régimen Especial de Balears (REB), que empezará a negociarse el miércoles 16 de diciembre, cuatro días antes de las elecciones generales.