El perfil
Mae de la Concha (Gijón, 1954) reside en Menorca desde 1981. Tiene una librería y conoce de primera mano lo que sufren los autónomos. Desde febrero es secretaria general de Podemos de Menorca. Ahora quiere dar el salto a Madrid.
No es la primera vez que su nombre figura en una papeleta electoral. Hace cuatro años ya estuvo de relleno en la candidatura municipal del PSM. Eso sí se estrena en puestos de salida. Estaba llamada a encabezar la lista de Podemos en Balears y tenía el escaño prácticamente asegurado. Al final apareció el juez Yllanes y ella quedó como número dos. Su presencia en Madrid, ahora depende de que Podemos logre dos escaños en Balears.
Usted ganó las primarias, pero al final el candidato es el juez Yllanes. ¿Siente que le han hecho la cama?
— En ningún momento he tenido la sensación que me han hecho una mala jugada. En las primarias se votó por un lado la lista y por el otro si estábamos de acuerdo en reservar sitios para personas independientes relevantes o para miembros de otros partidos si al final había confluencia. Yo sabía que podía pasar que la lista se moviera. La sorpresa es que fue muy al final.
¿Cree que esta política de fichajes, como el de Yllanes, puede restar votos a Podemos?
— Todo lo contrario. Que un juez tan importante, con su trayectoria contra la corrupción, dé el paso a Podemos con lo que ello implica, da mucha solvencia a un partido que hace poco nos trataban de perro flautas.
¿Es el PSOE el principal rival de Podemos?
— El PSOE es una pena. Suelen tener un programa que está bien, con propuestas que compartimos, pero cuando llegan al poder las políticas que aplican son muy decepcionantes. El PSOE es una marca importante con mucha historia, pero es evidente que están de bajada. U optan por una renovación real, que no sea poner un chico alto y guapo, o la gente apostará por otros proyectos
Lo que parece es que Podemos quiere quedarse con el espacio del PSOE.
— Podemos no quiere quedarse con nada. Queremos un cambio real en España y para hacer este cambio necesitamos el apoyo de mucha gente.
¿Hay miedo de que la nueva política si llega al poder pueda al final parecerse mucho a la vieja política?
— La inercia es muy peligrosa, que te lleva a caminos que ya están trillados y a adoptar posturas que has visto toda la vida. En Podemos tenemos la suerte de contar con unas bases que se organizan y que su función será ahora estar muy vigilantes y reconducir un proyecto transversal y participativo. Si fuéramos una pizzería mi función como diputada sería ser el chico de la moto. Las pizzas, es decir las propuestas, las tienen que hacer la gente. Y yo lo que tengo que hacer es ir muy deprisa para que llegue calentita.
¿Ve Podemos pactando con el PSOE tras las elecciones?
— Hasta que no sepamos los resultados mejor no hablar. Pero lo que es verdad es que el PSOE tiene una actitud muy diferente cuando se ve fuerte que cuando no lo está.
Las encuestas dan a Podemos una horquilla de 1 y 2 escaños. ¿Se ve en el Congreso?
— Las encuestas son orientativas y muy volátiles. Ir a Madrid políticamente es muy ilusionante y poder participar un momento histórico de cambio sería un privilegio, pero personalmente también exige muchas renuncias y no es ningún chollo.
Si no obtienen dos escaños, ¿se podría considerar un fracaso?
— Podemos no se podrá considerar nunca un fracaso. Lo que sí es posible es tener un éxito que hace nada parecía imposible. Hace dos años Podemos ni existía. Es impresionante lo que ya ha conseguido Podemos. Hemos forzado a los partidos a incluir en sus programas cosas que cuando las decíamos nos tachaban de populistas.
¿Qué propone para mejorar la conectividad?
— Declarar de interés público los vuelos interislas y con la península para que bajen los precioss.
Con Podemos, ¿se mejorará la financiación de Balears?
— Por supuesto. Proponemos que Balears tenga un estatus de territorio especial, que se aplique la normativa europea con estos supuestos lo que nos daría muchas ventajas y elaborar un Programa de Inversiones Estatales para las Balears.
¿Qué prioridades se marca Podemos si llega a gobernar?
— Tenemos cinco ejes. Acabar con la pobreza y garantizar una renta básica para que nadie tenga unos ingresos inferiores a los 600 euros. Erradicar la corrupción y prohibir las puertas giratorias. Blindar los derechos sociales en la Constitución. Proteger a los autónomos con una cuota progresiva. Y un plan nacional de energías renovables.