El Consell ha planteado al Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria, su intención de renegociar a la baja el canon que le paga anualmente por el parque eólico de Milà para así compensar la pérdida de rentabilidad que viene padeciendo estos últimos años la instalación al tener que vender más barata la energía que produce.
«El propio Ministerio ha promovido un cambio normativo que nos ha cambiado las reglas de juego sobre la marcha, al reducirnos en un 24 por ciento los ingresos por venta de energía», arguye Rafa Muñoz, ingeniero técnico del Consorcio de Residuos, para quien esta merma «muy significativa» debe compensarse.
El canon que paga al IDAE, inicialmente fijado en el 80 por ciento de lo que el Consorcio ingresa por venta de energía, se redujo en 2012 al 55 por ciento, pero sus responsables lo consideran insuficientes e insisten en que Madrid le permita, al menos, cubrir costes y lograr así que la instalación deje de ser deficitaria.
Aunque el descuadre contable entre la previsión de ingresos por venta de energía (410.173 euros) y los gastos del departamento (559.590) será este año de casi 150.000 euros, el conseller de Medio Ambiente, Javier Ares, asegura que el déficit imputable exclusivamente al parque es solo de 36.000 euros. Y esto es así porque también se llevan a cabo actuaciones de mejora de eficiencia energética con los ayuntamientos y el único personal asignado al servicio, el ingeniero técnico, también se dedica a otros menesteres además de llevar el control de seguimiento del parque.
Aún así, el Consorcio aún debe 686.000 euros de los 3.647.000 que le costó hace doce años construir el parque y espera rebajar esta cifra hasta los 490.000 a la conclusión del presente ejercicio. Solo en 2018, una vez haya completado todo el pago, se entenderá que el parque pasa a ser titularidad del Consorcio y ya no corresponde abonar canon alguno al IDAE.