El Consell ha invertido 1.978 euros en la compra de dos bicicletas eléctricas que pondrá a disposición de los trabajadores de la administración insular, para que puedan cubrir sus trayectos rutinarios sin contaminar y mientras hacen ejercicio. Ambas bicicletas se unen al coche eléctrico adquirido el año pasado (25.000 euros), para conformar una flota de vehículos sostenibles, que también podrán usar aquellas personas que visiten el Consell o sean invitadas, como por ejemplo, políticos de otras instituciones, investigadores o conferenciantes que necesiten desplazarse.
De momento se está elaborando el reglamento de uso y el protocolo a seguir por aquellos que deseen hacer uso de las bicicletas eléctricas. Sus baterías, igual que la del coche, se cargan en la sede del Consell en Maó, que cuenta con una instalación fotovoltaica de 50 kilovatios. El Conseller de Medi Ambient, Javier Ares, explica que las dos bicicletas «son un complemento más a la movilidad y una manera de fomentar la bici, la salud y reducir las emisiones».