Los juzgados de instrucción de Menorca mantienen una clara tendencia a la baja en el último decenio en cuanto al número de causas que quedan pendientes de resolución a final de año.
En 2015 la reducción respecto a 2014 ha alcanzado un 11,5 por ciento, muy superior a la media balear que refleja un descenso del 4% , según la memorial anual del Tribunal Superior de Justicia, presentada este jueves por su presidente, Antonio J. Terrassa ante su homóloga en el Parlament de les Illes, Chelo Huertas.
En Menorca han pasado de 2.133 causas en 2014 a 1.886 en 2015, muy lejos de las 3.259 que quedaron abiertas a final de 2009.
Las cifras del funcionamiento de los juzgados menorquines mejora las del conjunto del Archipiélago balear, aunque la memoria no desglosa por islas las causas sociales ni las penales. Han aumentado, por contra, las causas civiles y las sociales aunque no de forma significativa.
La litigiosidad ha descendido aunque en esta Isla el buen orden de la judicatura responde a la disponiblidad de siete jueces y cinco fiscales, pese a la contrariedad de los continuos cambios debido a la movilidad de la fiscalía.
En 2015 ingresaron en los juzgados de Balears 214.465 asuntos, un 2,1 % menos y se resolvieron 218.368.
Terrassa considera que la reducción generalizada se trata «de una recuperación reducida y limitada, no sustanciosa y, aunque es favorable, no permite dar unos plazos de respuesta suficientemente razonables», advirtió.
En el Partido Judicial de Maó han aumentado en más del 35 por ciento los asuntos civiles, con 520, siguiendo la tendencia del Archipiélago, mientras que en Ciutadella se han reducido las penales un 44 por ciento, pasando de 885 a 490.
En el conjunto de las Islas es significativa la reducción de las asuntos pendientes en penal, hasta el 15 por ciento, con 24.262 casos a final de 2015, y en contencioso administrativo, que han bajado un 13 por ciento, con 2.951 casos.
En Menorca se ha producido un ligero incremento de los asuntos ingresados en su único Juzgado Penal, ha precisado el juez decano de la Isla, Bartomeu Mesquida. Se debe, en principio, al mayor número de fiscales que permite mayor rapidez a la hora de calificar los asuntos, «lo que supone que pese a la crisis, ha bajado la incidencia delictiva».
Antonio J. Terrassa, moderado en sus valoraciones, subrayó que la situación de carga de trabajo y retraso en los tiempos de respuesta es más preocupante en las jurisdicciones social, contencioso-administrativo y mercantil.
Deficiencias de infraestructura
Terrassa refirió un año más a las deficiencias de los juzgados de Ciutadella, «es el lugar donde su adecuación es más urgente porque la obsolescencia generalizada de sus instalaciones y deficiencias arquitectónicas requieren una solución urgente provisional para el de Primera Instancia e Instrucción número 2, considerando que ocupa el espacio antiguamente destinado a vivienda en la tercera planta del edificio».