El tramo de la carretera general entre Ciutadella y Ferreries, el primero que se renovará, no tendrá ni una sola rotonda. El actual gobierno del Consell ha eliminado la prevista frente a la cantera de Son Sintes, cuyo diseño era similar a las ahora paralizadas y sujetas a revisión en Rafal Rubí y La Argentina, en el tramo que discurre de Alaior a Maó.
La rotonda de Son Sintes, el «cambio más sustancial», según la presidenta Maite Salord, era la única que aún sobrevivía del proyecto aprobado en mayo, justo antes del cambio de mandato y tras el dictamen de la Comisión de Medio Ambiente que ya suprimió las rotondas propuestas a la altura de Sa Naveta des Tudons y Es Caragolí (antigua fábrica de Impresa) y las que se habían diseñado en ambos márgenes de la vía, entre S'Almudaina y el Castillo Menorca, en Sa Costa Nova.
En todos estos cruces, la solución proyectada a cambio será lo que el Consell denomina «una intersección canalizada con carriles centrales de espera». Es decir, se introduce un carril central al que deberá accederse como paso previo para poder efectuar un cambio de sentido o incorporarse a la circulación por la general.
Para facilitar esta solución, se añade una isleta lateral para vehículos lentos entre Sa Naveta y Son Sivineta y se desconecta el camino hacia las canteras de Ets Aljubs y Son Planes de la carretera, dotándolo de su propia intersección fuera de la general. Además, se crea un nuevo enlace en el acceso al Pilar bajo la carretera, de tal forma que los existentes en ambos márgenes (el que ya hay y el que se construirá) sean de un solo sentido de circulación.
Asimismo, en la recta de entrada a Ciutadella habrá cuatro carriles, dos por sentido (uno de ellos de maniobra para favorecer el acceso a las distintas intersecciones). Pero los carriles opuestos estarán separados por una franja sombreada. El ancho de vía conjunto del tramo será también inferior en nueve metros al previsto en mayo, puesto que se pasa de 28 a poco menos de 19 metros.
El rediseño de la obra es fruto del acuerdo alcanzado a finales de octubre, cuando el Consell y los dos ayuntamientos implicados pactaron la revisión del proyecto con el objeto de reducir su impacto medioambiental sin sacrificar la seguridad. De hecho, el Consell mantiene la directriz de ampliar los arcenes hasta los dos metros y medio, prohibir los giros a la izquierda no canalizados mediante carriles centrales y solo permitir los cambios de sentido en los tramos que ya hayan sido adecuados a tal efecto.
Al haberse redimensionado a la baja, el proyecto precisará expropiar menos de los 200.000 metros cuadrados previstos en la propuesta de mayo, que afectaba a 65 fincas privadas y nueve caminos. Por razones presupuestarias también se ha recortado en 75 centímetros la distancia de la paret seca que delimitará el ancho de vía.
La nueva propuesta, que la presidenta Maite Salord ya había explicado a los alcaldes de Ciutadella, Joana Gomila, y Ferreries, Josep Carreres, fue expuesta este lunes a las entidades y la oposición. Tras la presentación de anoche en la Casa de Cultura de Ciutadella, hoy se repite, a las 20 horas, en Ferreries.
La idea del Consell es que el renovado proyecto sea aprobado inicialmente en mayo y de un modo definitivo en julio para sacarlo luego a licitación pública. Su pretensión es adjudicar las obras a finales de año y prolongarlas por espacio de 16 meses. En ese caso, la nueva carretera entre Ciutadella y Ferreries debería ser una realidad dentro del primer semestre de 2018.
El presupuesto de ejecución, incluido el 1 por ciento Cultural, asciende a 10.129.011,94 euros, ajustado al convenio de financiación vigente con el Ministerio de Fomento.
Maó-Alaior en 2017
La tramitación de este tramo va ahora entre cuatro y cinco meses más adelantada que la revisión del proyecto entre Maó y Alaior que, según las previsiones del Consell, daría inicio en abril o mayo de 2017.
Entonces ya se habrán iniciado los trabajos entre Ciutadella y Ferreries y también quedará por acometer la mejora del tramo central, desde Alaior hasta Es Mercadal.