La Solana no será finalmente para la asociación Amics de la Mar. Las dificultades y complicaciones que planteaba su ubicación en un par de viviendas de este enclave llevaron a Autoridad Portuaria de Balears a descartar la cesión. El ente gestor de la rada les propuso, a cambio, unos terrenos en una zona alejada, cerca de Sa Colàrsega, y que «ni tan solo pertenecían a Puertos», explica el presidente de Amics de la Mar, Lluís Moll, por lo que se iba a alargar en el tiempo. Además, «el proyecto se hacía insostenible por su elevado coste.
Amics de la Mar puso el ojo en un solar ubicado en el Moll de Ponent, entre Sa Llotja y S'Hort Nou, y que parece que la opción puede llegar a buen puerto. Falta ahora la firma de la concesión y ponerse manos a la obra en busca de subvenciones que permitan ejecutar el proyecto. La idea de Amics de la Mar es crear una especie de «astillero a la antigua», según apunta Moll, con un pórtico con vigas de leña complementado con construcciones de madera donde ubicar una aula didáctica, talleres y zona de baños, entre otros.
El ente gestor de la rada y el Ayuntamiento de Maó mantuvieron ayer por la tarde una de sus reuniones periódicas, en la que se trató este tema. «Es una propuesta consensuada», avanzó la alcaldesa, Conxa Juanola, una iniciativa sobre la que espera que puedan darse pasos en firme de cara al verano. Se mostraba ayer satisfecha de que se solucione la falta de espacio de este colectivo y que además contente a las partes.
Lluís Moll explica que justo delante de este solar de algo más de 400 metros, hay un pantalán, actualmente vacío, donde ubicarían una muestra flotante. Además, tienen en mente trasladar «La Josefina» y otras embarcaciones de que dispone la entidad como representación de la marina pesquera de Menorca. El proyecto satisface a la entidad, aunque asegura que necesitará ayudas económicas para llevarlo adelante que, sin duda, dará aire a la entidad. Tienen en Robadones más de un centenar de barcas.