La comisión de seguimiento del proyecto del Pati de sa Lluna se reunió este jueves sin ánimo de controversias y con prioridad para diseñar los usos del edificio de Alaior, por lo que no se decidió nada sobre la oferta de restaurante ni se debatió sobre la idoneidad de crear una fundación o los cambios en la distribución de espacios.
El conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, declaró al témino del encuentro que primero se elaborará una «propuesta genérica de usos» para el antiguo convento, entre las tres administraciones representadas, y que dicha propuesta «se someterá a la consideración de las entidades ciudadanas», garantizó el conseller, presidente asimismo de la comisión de seguimiento.
Apertura
Entre tanto continúan las obras, que deben finalizar el 31 de mayo, y a mediados de ese mes se abrirá el acceso interior que conecta la iglesia con el claustro. Maria también avanzó que este verano se abrirá el patio a las visitas, para que los ciudadanos puedan ver el resultado del trabajo de restauración, «y nuestra voluntad es que en 2017 se pueda abrir ya el edificio entero».
La comisión se emplazó a celebrar nuevas reuniones en las próximas semanas para avanzar en el plan de usos. De momento «se han puesto ideas y diferentes opiniones sobre la mesa», afirmó el conseller, quien cree prematuro avanzar sobre el modelo de gestión ya que «el coste del mantenimiento dependerá de los usos que tenga el edificio» cuya prioridad «es cultural, en eso estamos todos de acuerdo».
No obstante, Maria coincidió con la opinión manifestada por la alcaldesa de Alaior, Misericordia Sugrañes, de que el Pati de sa Lluna deberá también «tener un retorno económico, deberá generar recursos, no puede ser un pozo sin fondo para las administraciones», explicó.
La posibilidad de crear una fundación «se ha comentado en el turno de palabras, porque no estaba en el orden del día», apuntó Maria, partidario de no entrar a definir el organismo de gestión «sin saber bien los usos» del enclave.