Las obras de rehabilitación del Pati de sa Lluna acabarán oficialmente el próximo 15 de julio con un sobrecoste de 2,1 millones de euros, un 30 por ciento más de lo inicialmente contratado, el límite legal de desviación del presupuesto previsto, cerca de 4,9 millones. La imposibilidad de seguir inyectando fondos en este proyecto hará que finalice sin que se hayan podido ejecutar todas las intervenciones previstas, trabajos valorados en otros 250.000 euros.
Lo reveló este sábado, durante la presentación de la propuesta de plan de usos ante los vecinos de Alaior, la adjunta a la gerencia de la Agencia de Turismo de Balears (ATB), Irene Moya, quien garantizó que el Govern introducirá esa partida en el presupuesto de 2017 y el mismo año abrirá a concurso la licitación del que deberá considerarse un nuevo proyecto, que recogerá las actuaciones que han quedado pendientes tras seis accidentados años de trabajo.
El hundimiento de una parte del edificio durante las labores de rehabilitación, que fueron encargados a la UTE Construcciones Olives y Copcisa, y otros problemas relacionados con el deteriorado estado del edificio están detrás de un sobrecoste que a la postre ha impedido realizar el proyecto al completo, sin olvidar los 16 meses de interrupción de las obras por falta de liquidez del anterior Govern. Cuestiones como la climatización y la recuperación del campanario han quedado pendientes.