Hace un mes César Díez asistió a la presentación de las últimas novedades de Google, en Mountain View, California, donde tiene su sede el gigante de la tecnología. Fue el menorquín que retransmitió vía streaming el evento al grupo Google Developers Group de Menorca, que lo abrió a todos los interesados en este mundillo en un acto celebrado en la sala Albert Camus de Sant Lluís. César acudió al cuartel general de Google desde Londres, donde desde hace medio año trabaja en la empresa tecnológica Sky UK.
El joven menorquín está satisfecho con su actual empleo aunque, inquieto, ya tiene en mente otra ambiciones como crear una app de uso planetario, de la que asegura aún es pronto para avanzar nada.
¿Es necesario salir al extranjero para triunfar en su sector?
— No es que no haya calidad en España pero hay menos empresas y los presupuestos son más bajos. Yo en Barcelona trabajaba en Kerad Games, la empresa de videojuegos de Gerard Piqué, y no me puedo quejar, aprendí muchísimo a nivel de producto, pero a nivel técnico quería algo más. Evolucionar y aprender a trabajar en otra cultura. Siempre me ofrecían trabajos en el extranjero y Sky me habló de ciertas prácticas de empresa que me atraían así que hice una entrevista, me cogieron y como yo no tenía ataduras dije, ahora o nunca.
¿Es el campo que le gusta, los videojuegos?
— Siempre me han gustado los videojuegos, antes de empezar la carrera le dedicaba muchísimo tiempo a la consola (ríe), pero como trabajo es muy vocacional, pasan muchísimas horas y muy mal pagadas. No me especialicé en la rama multimedia un poco por ese motivo.
Ahora trabaja en Sky ¿a qué se dedica en esta compañía?
— Es una empresa de televisión y telefonía. Tiene diferentes productos: Sky Sports, Sky News..., yo estuve trabajando en un proyecto que se llama Sky Kids, una aplicación tipo Netflix de streaming de video para niños pequeños; también hay otros productos internos. Yo ahora estoy en un proyecto que se llama Sky Q que consiste en hacer streaming entre dispositivos. Nunca había trabajado en un equipo tan grande, somos unos veinte ingenieros trabajando en el mismo código base, escribiendo la misma aplicación. Yo había trabajado con cuatro personas como mucho, en Sky Kids éramos entre seis y ocho, y ahora veinte, es una locura.
¿De dónde proceden?
— Hay griegos, españoles, rumanos, polacos, eslovenos y también británicos, son distintas nacionalidades, igual me dejo alguna. Todos hablamos y nos entendemos en inglés.
¿Cuál sería un ejemplo práctico de ese proyecto?
— Sky proporciona una box para ver la tele y este proyecto permite pasar por ejemplo una serie que estés viendo a otro dispositivo como una tablet. O bajarte capítulos de una serie y verlo en tu smartphone o tablet en el camino al trabajo.
¿Lo que le atrajo de Londres fueron las condiciones laborales?
— Fueron mis ganas de trabajar en otra cultura y también porque aquí hay muchas más empresas, a nivel de startups Londres es un hervidero, puedes elegir. Tal y como me he dado cuenta que funciona, la gente de aquí se hace autónomo porque así gana más dinero, así que las empresas si no encuentran talentos para contratar en la ciudad los buscan fuera. Está lleno de profesionales polacos, italianos y españoles bien cualificados; ganas más que en tu país y a ellos les cuesta menos que tener a un autónomo británico.
¿Por qué no ser free lance desde el principio?
— Porque para entrar y establecerte en el país tienes que estar contratado por una empresa; cuando ya llevas un tiempo, aprendes a comunicar y te adaptas, pues ya ves lo que puedes ganar. Aunque como autónomo tienes más libertad pero también hay que ver si el proyecto te gusta.
El día 23 Gran Bretaña vota su permanencia o no en la Unión Europea ¿preocupa el brexit en su sector?
— Se habla mucho sobre el brexit, pero no se sabe muy bien lo que va a pasar. A mí me parece que hay una gran falta de información, en realidad creo que incluso los británicos no saben por qué votar que sí o que no. Al final todo se resume en gestionar mal el dinero y eso también sucede aquí. Para mí no tiene ningún sentido que el Reino Unido salga de la Unión Europea, ni pienso que la gente de fuera le quite el trabajo a un británico. Al contrario, yo pienso que la inmigración es buena aquí.
¿Cuál es el problema entonces?
— En Londres, como en todas las ciudades en las que hay mucha movilidad, el problema es la vivienda, el alquiler. Los edificios aquí no los compran los londinenses sino rusos o chinos, que tienen ya medio mundo. Debería haber alguna regulación sobre eso, porque los auténticos londinenses se tienen que ir de Londres porque no pueden pagar los alquileres que se están pidiendo. Creo que en algún momento esta burbuja también parará y explotará.
¿Usted se encuentra a gusto, piensa en establecerse?
— La verdad, aquí se vive muy bien, pero no pienso en este trabajo a largo plazo. Porque soy una persona activa y me apetece involucrarme en nuevos proyectos. Pero no pienso en volver de momento. Mi día a día aquí en Sky es tranquilo, a diferencia de España
¿Y a qué se debe?
— Bueno, donde en España una tarea la realiza una sola persona aquí la hacen dos. En mi sector se está bien, hay mucha demanda de personal cualificado, pero con eso no quiero decir que la gente que viene a Londres a trabajar de camarero o de nanny tenga las mismas condiciones.
Comentaba que la vivienda sí es un problema ¿vive solo?
— No, vivo en un piso compartido con dos chicas muy majas, una australiana y una rumana. En el suroeste de Londres, Richmond, una zona muy familiar y tranquila, con un gran parque.
¿Tuvo algún problema de adaptación? Supongo que trabajando en tecnología, el idioma de entrada no lo sería.
— Bueno, la gente se cree que por leer artículos en inglés ya está pero saber comunicar es difícil. Yo tenía un nivel de First Certificate y al llegar me di cuenta de que escuchar a la gente, era más complicado de lo que pensaba. Trabajas con personas con acentos muy diferentes.
Presentó las novedades de Google para el grupo de Menorca, desde Mountain View ¿qué es lo último en el sector?
— Creo que en el aspecto tecnológico se avanzará en domótica, se presentó el Google Home. Creo que la domótica será de lo que más se hablará en los próximos años, también de la automoción y del Project Tango, un proyecto de producto móvil con cámaras en tres dimensiones.
¿En el Google Developers Group (GDG) de Menorca a qué se dedican?
— GDG Menorca lo montaron Manel, ingeniero informático, y Álex, un chico de 14 años muy interesado por la tecnología, y después me uní yo. Nuestro objetivo es que haya movimiento tecnológico en la Isla. Porque el problema de Menorca es que hay gente muy buena y cuando vuelve después de estudiar no se relaciona, no hay comunidad, trabajan en remoto y no hay casi eventos. Estamos abriendo también nuevos horizontes siguiendo algunos objetivos de Google como el GDG Kids, que es realizar hackathons (encuentros entre programadores) con Scratch para niños. En Es Migjorn ya hay una escuela en la que se hace una actividad extraescolar que es programación para niños.
¿Sabemos poca informática, nos quedamos solo en su uso?
— Así es, y yo creo que es muy importante que todo el mundo entienda de programación porque en el futuro casi todo lo que vamos a utilizar serán máquinas. Hay que entender un poco las bases de cómo funciona todo por dentro, la programación es como aprender un idioma nuevo y te abre un poco la mente.
¿Hacía dónde quiere dirigirse después de su experiencia londinense?
— Me gustaría ir a Estados Unidos, hice contactos cuando estuve en San Francisco, pero no será a corto plazo. También he tenido siempre la idea de conocer Australia, aunque de momento quiero estar un par de años más en Londres.
¿Dónde está ahora mismo el foco en su sector, en Europa o al otro lado del Atlántico?
— Yo creo que hoy día se está expandiendo el hecho de trabajar en remoto desde casa, conozco gente que trabaja para empresas americanas desde España. Y teniendo en cuenta los costes enormes del alquiler, hay muchas startups de San Francisco por ejemplo que se están yendo a San Diego o a otros sitios donde puedan vivir mejor. Antes Silicon Valley era el sitio, pero ese mito creo que se está destruyendo, sigue habiendo mecas como San Francisco y Londres, pero Barcelona y Madrid también son buenos sitios para trabajar como ingeniero.
¿En algún momento se plantea regresar a Menorca?
— De Menorca echo de menos sobre todo a mi familia, pero pasé tanto tiempo en Barcelona que también hice muchos amigos allí a los que añoro. A Menorca me gusta volver para relajarme, pero un máximo de dos semanas.