La distancia que separa a la economía menorquina de la del resto de los territorios insulares se ha ampliado, su crecimiento en el primer trimestre del año sigue siendo inferior al de Mallorca y las Pitiusas, sobre todo si se tiene en cuenta que Eivissa y Formentera han crecido un 4,2 por ciento, por encima de la media balear del 3,8 por ciento y lejos del 2,7 por ciento experimentado por Menorca. Esta es una de las conclusiones del informe de Evolución Económica de la Confederación de Asociaciones Empresa de Balears (CAEB), presentado este miércoles por su presidenta, Carmen Planas, quien destacó que, pese a que el PIB del archipiélago ha seguido creciendo en este primer trimestre de 2016, la economía «empieza a mostrar signos de pérdida de aceleración».
La economía de Menorca apenas ha variado desde el último trimestre de 2015, con un crecimiento de 0,1 puntos porcentuales en los primeros tres meses de 2016 y llegando a un 2,7 por ciento, frente al 2,6 con el que se cerró el año pasado. Un primer trimestre del año en el que la actividad permanece adormecida en comparación con el despegue de las Pitiusas.
Según la presidenta de CAEB, «es significativo analizar el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, ya que mientras en Menorca se ha incrementado en un 3,1 por ciento en el primer trimestre de 2016, en Balears ha aumentado un 5,2 por ciento y en Eivissa y Formentera el crecimiento es más del doble que el menorquín», afirma. La disparidad del crecimiento económico se refleja en el mercado de trabajo. Así, las Pitiusas subieron en afiliación de trabajadores un 7 por ciento en el primer trimestre, de manera más acusada que en Balears, con una media del 5,2 por ciento. Una circunstancia que se mantuvo en mayo pasado, con un 9 por ciento de aumento frente al 4,9 de Mallorca y el 4,2 por ciento de Menorca.