En el balance de damnificados por la crisis de Vueling figuran aquellos pasajeros que se vieron obligados a cancelar el billete con esta compañía y viajar con otra para asegurar la continuidad de su ruta, a otros países en algunos casos o al inicio de un crucero en otros. La casuística es muy variada y la cifra de afectados indeterminada, pero elevada, sin duda, a juicio de las agencias de viaje, que han vivido el problema más de cerca.
La presidenta del Consell comunicó ayer a la representante de Vueling que recogerá por escrito la reclamación de Aviba, la patronal de la agencias de viaje, en la que enumeran esa y otras reclamaciones derivadas del conflicto vivido en las últimas semanas en los aeropuertos a causa de la crisis de operatividad de la empresa aérea. Esta solo se ha comprometido a estudiarlo.
Cuando alguno de los afectados planteó la opción de cancelar el billete ante la falta de garantía de Vueling de volar en hora no tuvo más alternativa que perder el billete de esta sin resarcimiento alguno. «Lo que Aviba planteó a Vueling era cancelar los billetes sin gasto, sin perder el dinero invertido en la compra de un pasaje con unas condiciones de horario que la compañía no podía satisfacer», explica Biel Pons, delegado de la patronal en Menorca.
Además de los casos individuales, hubo grupos afectados como el de la Illa del Rei que viajaba a Génova y se quedó tirado hasta las cuatro de la mañana en el aeropuerto de Barcelona o un grupo de un viaje organizado a Galicia, que sufrió una situación similar.
Pons señala que la reclamación no solo es justa sino que ayudó a aliviar la presión que sufría Vueling por la incapacidad para transportar el pasaje contratado.
Aviba asegura que hay miles de reclamaciones, algunas efectuadas tras esperas de seis horas entre colas, algunas peleas y empujones y en aeropuertos que no estuvieron a la altura del conflicto, «hay que llamar la atención de Aena, que también falló en servicios como la limpieza y el orden», asegura.