Que la insularidad es una losa que incrementa el coste de cualquier gestión de empresas o personas no es nada nuevo. Pero si afirmamos que los costes son más de un 20 por ciento superiores por el simple hecho de tener ubicado un comercio en Menorca nos permite intuir cuánto deja de ganar quien lidera un proyecto empresarial.
Es una de las conclusiones a las que han llegado cuatro profesores de la UIB, entre ellos José Luis Groizard, quien ayer fue el encargado de refrescar las tertulias de Es Mercadal. Doctor en Economía por la Universidad Complutense e investigador en temas relacionados con el comercio internacional, Groizard ha cuantificado por primera vez el coste de residir en un archipiélago. Y las pérdidas a nivel de Balears superan los 8.000 millones de euros al año por esta insularidad. Estos costes inherentes de la insularidad asociados al comercio suponen unas pérdidas en importaciones del 18 por ciento del PIB. El transporte es uno de los factores que más incidencia tiene en este incremento de los costes, pero Groizard apunta a su vez a la fragmentación del territorio que hace que el territorio, por su reducido impacto en número de habitantes, suscite poco interés y por tanto, aquellos que sí trabajan se aprovechan de estas barreras anticompetitivas a costa del ciudadano.
[Lea la noticia completa en la edición impresa o en Kiosko y Más o My News]