El primer capítulo de la polémica actuación del antiguo Esmeralda Park se ha cerrado. El Consell le ha impuesto una multa ejemplar de 325.000 euros. Es la sanción más alta que jamás haya solicitado el departamento de Ordenación Turística de la administración insular. De hecho, la ley limita las multas de estas características a un máximo de 400.000 euros.
Así se desprende de la resolución del expediente sancionador abierto en septiembre del año pasado, en el que se solicitaba la clausura temporal del establecimiento por haber abierto las instalaciones sin disponer de las licencias ni autorizaciones pertinentes. La omisión a la petición de cierre agravó la infracción y también la sanción, que se ha estipulado como «muy grave».
El Consell ya ha informado tanto a los propietarios del edifico como a los explotadores del complejo, que aún no han dado ninguna respuesta.
De hecho, además de la importante multa económica se impone una sanción accesoria de clausura definitiva. No obstante, no es de aplicación inmediata puesto que hace falta la orden de ejecución que debe emitir el Consell.
A su vez, para proceder al cierre definitivo deben darse algunas condiciones que actualmente se desconoce si se cumplen. En primer lugar, que los explotadores sean los mismos que cuando se abrió el expediente. Esta premisa todavía no es demostrable puesto que esta temporada han vuelto a abrir sin haber presentado la Declaración Responsable de inicio de Actividad, imprescindible para que el Consell otorgue el permiso de apertura definitivo.
El otro condicionante para el cierre definitivo es, precisamente, que no hayan presentado la Declaración Responsable en el momento en el que el Consell haga efectiva la ejecución de clausura.
En los próximos días está previsto que un inspector se persone en el establecimiento, que esta temporada ha abierto bajo el nombre de Skyline Menorca, para levantar acta y dejar constancia de que, un año más, se lleva a cabo la actividad sin licencia. No obstante, la aprobación en julio de la licencia de obra y actividad por parte del Ayuntamiento hará que las posibles sanciones sean menores en un segundo expediente.
Por todo ello, la consellera de Ordenación Territorial y Turística, Susana Mora, defiende «la clara voluntad del equipo de gobierno y la Conselleria de perseguir la actividad turística ilegal, en contra de lo que se dice algunas veces».
Reconversión
Además de abrir sin licencia también realizaron sin permisos las obras necesarias para pasar de un complejo residencial a un aparthotel de 4 estrellas, motivo por el cual el Consell levantó dos actas de inspección.
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