Autoridad Portuaria de Balears ha comenzado los trabajos para la habilitación de nuevos puntos de amarre en Cala Figuera, en el puerto de Maó. Estos pantalanes, que son provisionales, podrán ser utilizados por las empresas náuticas locales para realizar su trabajo, con una mayor comodidad y prestaciones para los clientes, mediante una concesión de carácter temporal.
Aunque no hay información oficial al respecto por parte de Puertos, los trabajos de instalación de los pantalanes son evidentes. Ya se han colocado en el fondo del agua, en la parte más próxima a la parcela donde estaban las instalaciones de CLH, varias estructuras que tiene la función de sujetar las pasarelas. Son perfectamente visibles, incluso sobresalen de la lámina de agua. En el interior del solar en cuestión, se está trabajando en la construcción de los pantalanes de hormigón donde amarrarán las embarcaciones.
La creación de un centenar de puntos de amarre en Cala Figuera es una demanda de los propios empresarios locales del sector náutico. Justo Saura, presidente de Asociación Menorquina de Empresas Náuticas (Asmen), confirmaba este martes que hace un tiempo se alcanzó un acuerdo con Autoridad Portuaria de Balears para que se llevara a cabo esta actuación, y que se les había manifestado que podrían ya emplear estos amarres el año que viene.
Saura comenta que una vez dispongan de estos nuevos amarres en Cala Figuera, las náuticas locales dejarán libres los puntos de atraque que ahora están utilizando dentro del puerto, un espacio que pasará a gestionar Autoridad Portuaria directamente o mediante una concesión, según considere más oportuno. Además, así Autoridad Portuaria podrá acometer una reordenación de los amarres existentes en el puerto.
Complementario
En principio, según ha podido saber este diario a falta de confirmación oficial, las concesiones provisionales a las náuticas se firmarían por un periodo de un año, aunque la voluntad de ambas partes es que se puedan utilizar los pantalanes mientras no se acometa la reordenación definitiva del espacio de Cala Figuera, para lo que se habla de un periodo de entre dos y tres años. Aún así, Saura entiende que el desarrollo de ambas actividades es compatible, «esta mejora no condiciona nada, es provisional».
La petición cursada por Asmen ante Puertos partía de la voluntad de poder amarrar con mayor holgura y comodidad embarcaciones de hasta diez metros de eslora con las que tienen que trabajar. Las más habituales se mueven entre los siete y los nueve metros de eslora. Saura agradece la buena predisposición mostrada por Autoridad Portuaria a la hora de atender las demandas del sector. La situación actual les genera importantes incomodidades, como la falta de espacio suficiente. «Sitio hay, lo que pasa es que hay que establecer precios para los amarres acordes a las esloras y los usuarios», argumenta.
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