La falta de compromiso político y la escasa implementación de las recomendaciones realizadas por la Unesco en 2006 son los factores más negativos de los últimos diez años de la Reserva de la Biosfera de Menorca. Así lo explica el doctor en Biología Jeroni Galmés, miembro del Consejo Científico del Comité MaB español y coordinador del informe de revisión 2006-2015, una especie de árbitro que actúa de enlace científico con los distintos organismos del Programa MaB. Sobre si estos factores determinan la existencia de riesgo de ser apercibidos, como han deslizado desde el mismo Consell, el doctor Galmés aplaza esta decisión al análisis que haga la Unesco del informe de revisión decenal del Consejo Científico.
Explica Jeroni Galmés que las recomendaciones que la Unesco realizó en la evaluación de 2006 han sido desatendidas por los gestores públicos. No solo en lo que se refiere a la implicación directa de las administraciones, sino porque no se ha revisado la zonificación de la Reserva con su inclusión de zonas marinas, un incumplimiento que considera grave, «el medio marino constituye una de las principales riquezas de Menorca, tanto a nivel turístico como de explotación de recursos y de mantenimiento de la biodiversidad, y debe ser integrado en la gestión de la reserva». Además, continúa pendiente el plan rector de uso y gestión del Parc Natural de S'Albufera des Grau, entre otras cuestiones.