El abandono de podencos y pointers en los centros de acogida de animales de Maó y Ciutadella ha aumentado un 25,8% respecto al año pasado. Si en 2015 se abandonaron un total de 62 perros de caza, en los últimos meses se han abandonado en las perreras 78 ejemplares. Concretamente se ha incrementado el abandono de podencos, dieciséis más en Maó y nueve en Ciutadella respecto al año pasado, aunque las cifras están abiertas, a la espera de los datos de noviembre y diciembre.
En estos meses el número de abandonos se incrementa notablemente con el inicio de la temporada de caza: el año pasado se abandonaron 14 ejemplares en noviembre, mientras que en los meses anteriores lo máximo eran seis abandonos mensuales. La mayoría de estos cánidos eran propiedad de cazadores, aunque como señalan los responsables de los centros de acogida, que dependen del Consell, no se conoce la proporción exacta, ya que en su archivo no registran esta información.
Para el conseller de Medi Ambient, Javier Ares, estos datos no son necesariamente negativos, sino que indican más responsabilidad por parte de los cazadores: «Ya no se sacrifica ni se maltrata al perro» y la entrada en estos centros «le da otra oportunidad».
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